Repsol descontamina el solar de la gasolinera que funciona en el centro de Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

La estación de servicio, cuya creación data de 1960, se dota de un sistema para evitar la filtración de hidocarburos al subsuelo

18 mar 2015 . Actualizado a las 22:26 h.

Solapados por la nueva oleada de asfaltados desplegada a lo largo y ancho del casco urbano de Vilagarcía, la semana pasada se desarrollaron una serie de trabajos en la estación de servicio de Repsol en San Roque. La única de cuantas funcionan en el centro de la ciudad. Pese a haber pasado desapercibidos, su importancia queda fuera de toda duda, pues se trata de la descontaminación de los terrenos sobre los que se levanta desde hace casi 55 años la gasolinera.

Fuentes de la compañía que gestiona el suministro de combustible explican que, dada su antigüedad, las instalaciones carecían de un sistema que permitiese recoger adecuadamente las pérdidas de hidrocarburos a las que puede dar lugar un servicio de estas características. Los viejos tanques, subrayan, no contaban con los medios de contención suficientes para garantizar un blindaje adecuado frente a las filtraciones al subsuelo. Esta situación, añaden, ha cambiado con la renovación de los depósitos, y el proceso de descontaminación que se está llevando a cabo concluirá con una completa limpieza del solar. De hecho, la única fase que aún no ha sido desarrollada es el drenaje, que debería ejecutarse de inmediato.

El Concello confirma, a su vez, que sus responsables obtuvieron hace meses licencia para construir un pozo anticontaminación, por lo que la intervención dispone de autorización municipal.

Problemas de la longevidad

El de San Roque no constituye un caso aislado. Repsol explicaba el verano pasado, al hilo de un problema surgido en A Coruña, que «en las estaciones de servicio más o menos longevas pueden existir filtraciones en el subsuelo». La petrolera añadía entonces que la forma adecuada de solventar esta carencia consiste en un procedimiento de «remediación del suelo», que consideraba «algo normal».

La estación vilagarciana cumple, desde luego, las características de longevidad a las que se refería Repsol. El antiguo Ministerio de Industria otorgó la concesión a sus propietarios originales el 10 de junio de 1960. Ampliada en 1973, pese a la oposición de los vecinos de la plaza, su régimen de funcionamiento cambió en 1993, al pasar a ser una simple autorización administrativa. Las competencias en la materia dependen, desde 1995, de la Consellería de Economía e Industria

Los sucesivos intentos de impulsar su traslado han fracasado

En apenas unos días, y por motivos bien distintos, las gasolineras han cobrado un inusitado protagonismo en los noticiarios que dan cuenta de las comarcas de Pontevedra y O Salnés. Al pavoroso incendio de las instalaciones de Placeres, por una parte, y a la denuncia de que pacientes graves están siendo trasladados de una ambulancia a otra en puntos como la estación de servicio de Meis, la semana pasada, le sigue ahora la descontaminación de San Roque.

Lo cierto es que el único surtidor de combustible que permanece operativo en el centro de la ciudad ha sido objeto de recurrentes intentos por conseguir su traslado. Impulsados en ocasiones por los habitantes de la zona, en otras por el Concello de Vilagarcía, todos ellos han concluido en sonoros fracasos.

Ya en 1973, un grupo de vecinos alegó al proyecto de ampliación de las instalaciones. Sus peticiones no fueron atendidas. Con el paso del tiempo, argumentaron que, pese a que la gasolinera pudo responder a las condiciones urbanísticas vigentes en 1960, una actividad de estas características constituye un anacronismo en pleno casco urbano. El razonamiento tampoco prosperó.

La postura del Concello

El gobierno socialista que gestionaba los intereses municipales en 1998 lo intentó a través de otra vía. Apeló a la Consellería de Industria a raíz de los problemas de tráfico que la ubicación de la estación de servicio generaba en uno de los principales accesos a la capital arousana y propuso aprovechar la futura construcción de las circunvalaciones para ofrecer a sus propietarios un emplazamiento alternativo.

Convertido ya en concejal independiente, José Luis Rivera planteó incluso la apertura de una plaza dominada por una escultura de inspiración marinera. Los vecinos volvieron a la carga con otra campaña en el 2011. Pero la gasolinera sigue donde estaba.