El Concello pide a la Xunta que mueva ficha y responda a sus demandas: «Tócalle falar», dice el alcalde
25 mar 2019 . Actualizado a las 21:03 h.Las estimaciones del alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos, sobre la participación en la manifestación que este domingo recorrió el centro de la localidad bajo el lema «Xuntos por unha sanidade pública e de calidade: Non ás listas de espera en atención primaria» se quedaron cortas. El socialista apuntó la cifra de 1.500 personas, pero el Servizo Municipal de Emerxencias calcula que fueron alrededor de 2.000. En todo caso, fue un éxito rotundo, en opinión de los convocantes, con lo que se demuestra que «O Grove nunca falla cando se trata de reclamar o xusto», señaló el regidor.
En la marcha no se vieron ni pancartas ni se corearon consignas partidistas. Era una manifestación convocada por toda la corporación, formada por PSOE, PP, BNG, PG y EU, que esta vez decidió unir sus voces para exigir a la Xunta mejoras en la atención sanitaria. Piden que se eliminen las listas de espera y se ponga fin a la precariedad de medios humanos en el centro de salud, un centro que, por otra parte, se queda pequeño y para el que O Grove quiere un repuesto ya. «Chéganme rumores de que Sanidade pretende facer modificacións no ascensor, en novas salas…, hai quince anos que os técnicos do Sergas dixeron que era un centro obsoleto e agora veñen con parches», señaló Cacabelos. El alcalde recordó que lleva hasta cinco peticiones de entrevista con el conselleiro de Sanidade para hablar de estos temas, pero sigue sin ser recibido. «O Grove dixo basta. O conselleiro ten a obriga de vir ao O Grove», sentenció.
Tras la manifestación del domingo, los portavoces municipales se reunirán en las próximas horas para decidir los pasos a dar en el futuro inmediato y si mantienen las concentraciones de protesta que se vienen celebrando los jueves, durante el último mes, a las puertas del centro de salud de Monte da Vila. De allí salió este mediodía la marcha, que fue incorporando gente a medida que avanzaba hacia la calle Castelao. La protesta concluyó con una concentración ante el Concello, en la plaza de O Corgo, donde el médico Manuel Eduardo García Díaz dio lectura a un manifiesto que acabó con el grito: «Coa nosa saúde non se xoga».