O Grove pide lombos y pasos de peatones para la carretera exterior a San Vicente

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

El alcalde pide que la vía de acceso a las playas sea considerada como zona urbana

19 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La carretera que une A Lanzada con San Vicente es, probablemente, una de las más hermosas de Galicia. Jalonada por una sucesión de paradisíacos arenales, esta vía registra, cada verano, un trasiego imparable de vehículos y de peatones. La convivencia entre unos y otros no siempre es fácil. Para intentar mejorar esa realidad, el alcalde de O Grove, José Cacabelos (PSOE), se reunirá mañana con el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, para exponerle la necesidad de dotar a ese recorrido costero de lombos que obliguen a los conductores a medir la velocidad de sus vehículos, y de pasos de peatones que garanticen la seguridad de los caminantes, que hasta ahora tienen que cruzar la calzada como pueden.

La carretera es de titularidad autonómica, así que le corresponde a la Xunta asumir unas actuaciones que Cacabelos considera más que justificadas. Y es que, «desde que entras no Bao, tanto a estrada de San Vicente como a de Ardia deberían ter a consideración de estradas urbanas». En la reunión que el alcalde mantendrá mañana con Tourís planteará, también, actuaciones en la carretera que desde la rotonda de A Lanzada encauza el tráfico hasta el casco urbano. En este caso, las reivindicaciones municipales pasan por lograr un semáforo con pulsador para Ardia, a fin de garantizar la seguridad de los peatones que deban cruzar. Solicitarán, también, «algún lombo, que fai falla». Y, sobre todo, el cambio del asfalto que, en la última obra de mejora, se extendió por esta zona. Y es que los vecinos tanto de Ardia como de Xoán XXIII no dejan de quejarse por el ruido que padecen día tras día. «Déronlle un tratamento típico de estrada de tránsito, polo que o ruído din que é insoportable». Y es que por esa vía circulan una media de 16.000 coches diarios en la temporada estival.

Vecinos hartos del ruido del tráfico

Cuando hay tráfico, el ruido que sufren los vecinos de la zona de Ardia y Xoán XXIII es «continuo, incesante, insoportable». Así lo asegura Gerardo, uno de los residentes en esta entrada de O Grove. Aunque su casa está retirada de la primera línea de la carretera, aunque está bien aislada, el sonido que producen los coches al circular sobre una capa de asfalto rugoso se filtra en su vivienda a todas horas. «Es posible que este ruido de la rodadura no supere los decibelios provocados por los motores de algunos vehículos, pero se oye las 24 horas del día», explicaba ayer este vecino. Esa realidad choca con el informe realizado por la Xunta, según el cual en la zona no hay motivo de queja, porque no se superan los límites de ruido legalmente establecidos. Los vecinos no están de acuerdo, y el Concello les da la razón. Por eso mañana Cacabelos reclamará a Tourís el cambio del asfalto.