La hostelería inicia el estío buscando personal

m.?hermida / m.?alfonso PONTEVEDRA / LA VOZ

O GROVE

MONICA IRAGO

Propietarios de hoteles y restaurantes dicen que no topan camareros, operarios de limpieza y cocineros

25 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El verano, como dice una de esas canciones que se sonó machaconamente durante tiempo, «ya llegó, el verano ya está aquí». Siguiendo con la misma letra, señala también que el estío empieza «para hacerte feliz». Y no debe de andar engañada. Porque lo cierto es que, con las previsiones de buen tiempo por un lado y la experiencia del año pasado por el otro, si se pregunta al sector turístico las sensaciones ahora mismo son inmejorables. Todo el mundo confía en que será un verano de récord en la llegada de visitantes. Pero no hay felicidad completa. El gremio hostelero anda preocupado por una cuestión que, aunque conocida, sigue sonando extraña en un país acosado por el paro: hoteles, restaurantes y demás establecimientos turísticos aseguran que la temporada fuerte empieza sin que hayan topado el personal suficiente. Hay vacantes, sobre todo, para la limpieza de pisos para ser camarero o para estar en la cocina.

Que siguen lloviendo ofertas de trabajo de empresarios que necesitan cocineros, limpiadores y camareros -también de otras especialidades, pero sobre todo de esas- es algo que confirman perfectamente en el centro de formación profesional especializado en hostelería Carlos Oroza de Pontevedra. Lo cuenta Alberto Rodríguez, el orientador laboral de dichas dependencias: «Si que nos seguen chegando ofertas. Eu penso que neste curso recibimos unhas 150. Vese que aínda quedan postos por cubrir. Ademais, practicamente o 100 % dos alumnos que remataron no noso centro nos contan que están traballando e que, se queren cambiar de emprego, non lles custa traballo».

También desde la parte empresarial cuentan que muchos negocios siguen buscando personal para el verano. Lo dicen, sobre todo, desde las dos mecas del turismo de las Rías Baixas: Sanxenxo y O Grove. En ambos casos, distintos empresarios cuentan que dependiendo del puesto la respuesta es muy distinta. Por ejemplo, indican que si para un trabajo de recepcionista aparecen veinte personas para uno de camarero solo acude una.

Los mismos trabajadores

Los establecimientos que respiran más tranquilos son aquellos que, año tras año, apuestan por el mismo personal, ya que no tienen huecos libres en plena temporada. Distintos empresarios de Sanxenxo y O Grove incluso señalaban ayer que desde el servicio de empleo de la Xunta les indican que sí tienen a parados que podrían encajar en el gremio hostelero, pero que la mayoría no quieren acabar en este sector. ¿No quieren, dado que el empleo continúa siendo precario? Francisco González, primer espada del consorcio turístico de Sanxenxo, considera que no: «Habrá hosteleros buenos y hosteleros malos, pero la situación del sector en cuanto al empleo mejoró mucho. Las ofertas de trabajo a destajo por poco dinero y sin libranzas ya no es lo más común. En ese sentido hemos avanzado. El empresario se dio cuenta de que para dar un buen servicio el personal que está en contacto con el cliente tiene que estar contento».

«Yo acabé el ciclo y ya no paré»

Gabriel terminó hace dos años el ciclo medio de servicios hosteleros en el Carlos Oroza. Resume bien lo que ocurrió con su vida desde entonces: «Yo acabé el ciclo y ya no paré, la verdad es que estoy encantado. Primero hice prácticas, incluidas unas en la isla de Madeira, y ahora trabajo como jefe de sala o metre en Casa Solla, estoy como un niño pequeño, con toda la ilusión del mundo, porque sé la oportunidad que supone». Gabriel tiene 23 años. Y señala que en su caso, en principio, quería especializarse en cocina. Finalmente, entró en el ciclo de servicios, y su percepción del sector cambió totalmente: «Ahora sé que para camarero sí hace falta estudiar, y cuanto más mejor. Además, creo que en el sector cada vez hay ofertas de empleo de mayor calidad».

«Me costó horrores encontrar un ayudante de cocina»

Los hosteleros de O Grove coinciden en que no resulta sencillo cubrir determinados puestos. Se refieren, sobre todo, a los de cocineros y camareros. «Me costó horrores encontrar a un ayudante de cocina», explica Beatriz Castro, del hotel Cons da Garda. La misma opinión comparten en el Mar Atlántico. «Nosotros tenemos a todo el personal, pero es cierto que para determinadas posiciones es complicado», asegura su titular, Jorge Olleros. Se refiere a los de camareros y cocineros. «Hay mucha gente disponible, pero no se presenta a las entrevistas», explica Castro. Augura que esta será una época de mucho trabajo para la hostelería meca. «Desde este fin de semana ya se está notando que no hay sitio. Yo he tenido que mandar a muchos clientes de vuelta», dice.