Los marineros se quejan de que sus barcos se quedan sin espacio en el pantalán
24 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Un simple vistazo a los pantalanes para embarcaciones menores que hay en Porto Meloxo, en O Grove, permite comprobar que en este puerto hay algo que no funciona. Porque en medio de los barcos de trabajo, esos adscritos a la tercera lista, aparecen lanchas y otros pequeños barcos de recreo. Aquí, se quejan los marineros, impera la ley del que primero llega. «Sempre pasa cando chega esta época. Ti chegas do mar e atopas un barco de recreo no teu amarre», se queja José Luis Barreiro, vicepatrón de la cofradía. Pide a Portos una solución, que podría pasar por construir un nuevo pantalán enfrente del actual y que fuera exclusivo para la tercera lista.
El problema es que las embarcaciones de recreo no pagan por estar amarradas en Porto Meloxo. «Aquí ven xente de Pontevedra e doutros moitos sitios porque non teñen que pagar polo amarre», añade Barreiro. Eso provoca que, con la llegada del verano, las instalaciones se colapsen. Calcula que en el pantalán de Meloxo hay espacio para más de un centenar de embarcaciones. De la tercera lista apenas llegan a treinta. Sin embargo, estas se encuentran con que muchas veces, cuando regresan de faenar, no tienen espacio en el que amarrar. «Os mariñeiros marchan traballar e cando volven non atopan sitio», insiste el vicepatrón. Eso genera tensión y enfrentamientos entre los profesionales del mar y los propietarios de los barcos de recreo.
Para el vicepatrón, el único responsable de esta situación es Portos. El ente autonómico debería poner orden en los pantalanes, priorizando su uso para las embarcaciones de la tercera lista. «Portos non pode pretender que nos enfrontemos uns aos outros e ten que tomar medias», añade Barreiro. Recuerda que hace ya algún tiempo, los marineros le mandaron una propuesta a la Administración autonómica para colocar unos nuevos pantalanes enfrente de los actuales. Esos, que tendrían más abrigo que los existentes, podrían ser exclusivos para la tercera lista, dejando los otros para los usos que se consideren necesarios. Eso acabaría con el problema que se registra actualmente.