La reforma de la línea de autobús moviliza a los alcaldes de O Salnés

serxio gonzález / bea Costa / Rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

Los regidores presentarán alegaciones ante una propuesta que ven insuficiente

07 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Visto lo visto, la propuesta de la Dirección Xeral de Mobilidade para el transporte público en O Salnés está a punto de conseguir algo no muy frecuente: que los alcaldes de la comarca remen en una misma dirección, independientemente de su color político. La implantación de dos líneas básicas (desde Vilagarcía a O Grove y A Illa), unidas a otras dos que repiten el trayecto de las anteriores, añadiéndoles una parada en el hospital, han despertado una respuesta unánime, que de alguna forma resumía ayer el presidente de la mancomunidad, el conservador Gonzalo Durán: «Si esto queda así, estamos ante una mala noticia y vamos a presentar alegaciones».

La principal de todas ellas consiste en conseguir para O Salnés el tratamiento reservado a las áreas metropolitanas, de forma que sea el ente comarcal el que asuma las competencias sobre las líneas de autocares y su gestión. Este es el acuerdo alcanzado por los nueve municipios que configuran la mancomunidad. El mismo que le fue comunicado a la conselleira de Infraestruturas e Transporte, Ethel Vázquez, sin que por lo visto se haya traducido en un compromiso efectivo. Muy al contrario, el documento que el departamento autonómico acaba de presentar consagrará en lo venidero una endeble comunicación, tanto desde el punto de vista interno como en lo que tiene que ver con la conexión con el resto de Galicia.

Sobre este aspecto incide el socialista José Cacabelos, muy crítico con el planteamiento de la Xunta. «A falta de estudalo a fondo, xa vemos que a liña entre O Grove e o Hospital do Salnés non ten sentido, porque a nosa referencia non é o hospital comarcal; pero é que tampouco a liña de Vilagarcía se coordina co tren, que é fundamental, así que non están resolvendo nada, nin sequera a comunicación interna do Grove, nin con San Vicente, porque mestúrano todo co transporte escolar». Para el alcalde meco, el diseño de Mobilidade es «desastroso e non cumpre as expectativas nin en canto a rutas nin en canto a horarios».

Una llamada a la sociedad

Cacabelos, como Durán, anuncia la presentación de alegaciones. Pero quiere ir un poco más allá: «Poñereime en contacto coas asociacións de empresarios, comerciantes e hostaleiros, tamén coas asociacións de nais e pais de alumnos, porque sería importante que fixesen as súas propias alegacións neste proceso».

El alcalde de Vilanova, por su parte, no concibe que las capitales de los municipios no estén comunicadas por autobús. Tino Cordal, responsable de Mobilidade de la capital del albariño, tampoco comprende que no se articulen servicios en condiciones hacia Vilanova y A Illa. Cordal apuesta, en definitiva, por «unha verdadeira rede interurbana da que ningún concello quede fóra». El regidor isleño, Carlos Iglesias, entiende que lo lógico es encauzar una reivindicación que considera fundamental a través de la Mancomunidade do Salnés. Vilagarcía, por su parte, defenderá el protagonismo de la estación de autobuses, que no figura en el documento, como garantía de intermodalidad. Así lo asegura Alberto Varela.

La mancomunidad inisiste en asumir las competencias si la Xunta mantiene esta «mala noticia»