A los delfines de la costa gallega les encantan las bateas

r.e. O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MARTINA MISER

Un estudio concluye que encuentran en ellas un «almacén de alimentos fáciles de encontrar y capturar»

24 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Integrantes del equipo del centro de investigación de delfines ubicado en O Grove, BDRI, acaban de publicar en la revista Marine Biology un trabajo sobre la coexistencia de delfines y bateas en Galicia. En ese artículo vuelcan el trabajo desarrollado durante veintidós meses en la ría de Arousa, «una de las zonas más importantes de producción de bivalvos a nivel mundial». Los datos recogidos durante 154 días de observación en barco, realizando un seguimiento de 353 grupos de delfines mulares, han permitido a estos estudiosos llegar a una conclusión: mientras en otros puntos del globo, como China, Chile o Australia, los mamíferos marinos huyen de las zonas de cultivo de bivalvos, en Arousa ocurre todo lo contrario. «Los delfines mulares de Galicia muestran preferencias por los polígonos de producción de mejillones y ostras», dicen desde el centro de investigación de O Grove. Sostienen que «los delfines han aprendido a sacar provecho de la presencia de dicha actividad humana, visitando de forma regular las zonas de cultivo para alimentarse». Es decir. «Para los mulares de la costa gallega, los polígonos de bateas se han convertido en una especie de almacén de alimento fácil de encontrar y de capturar, si lo comparamos con la búsqueda y captura de peces silvestres en zonas costeras», señala el informe.

Desde O Grove destacan que «este estudio presenta información de gran utilidad para la gestión sostenible de la acuicultura de moluscos bivalvos en todas aquellas zonas costeras donde dicha industria convive con poblaciones de delfines». Y es que los polígonos de bateas tienen un efecto claro «incrementando la presencia de los delfines en sus alrededores».

Si se observa ese dato en el contexto internacional, donde los cetáceos huyen de zonas de cultivo, se puede concluir que el método empleado para generar cosechas de bivalvos resulta significativo para los cetáceos. «Para el engorde de cultivos suspendidos se utilizan diversas estructuras», dice el artículo. Y las bateas parecen ser las que más le gustan a los cetáceos marinos.

En otras áreas,

los mamíferos marinos huyen de las zonas de cultivo de bivalvos