El temporal se ceba con O Grove y siembra de destrozos O Salnés

m. alfonso / R. Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

MONICA IRAGO

Los servicios de emergencias tuvieron que retirar un sinfín de árboles y muchos vecinos se quedaron horas sin luz

04 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue una noche larga. En la que la fuerza del viento no dejó dormir a muchos arousanos y mantuvo en alerta a los responsables de emergencias. Aunque O Grove fue uno de los municipios más perjudicados, hubo daños en la práctica totalidad de O Salnés. Cayeron un sinfín de árboles, causando serios daños al tendido eléctrico y dejando a oscuras a buena parte de los vecinos. Cerraron, además, todas las infraestructuras deportivas.

El temporal se dejó sentir con intensidad en O Grove, donde los operarios municipales y los del servicio de emergencias no pararon. Una de las partes más castigadas fueron las infraestructuras de las playas. Salió volando el paseo marítimo de A Lanzada, en Noalla, pero también en el tramo que pertenece a O Grove hubo desperfectos. Se vino abajo la caseta de vigilancia del aparcamiento central y buena parte de las barandillas y de las pasarelas de madera quedaron cubiertas por la arena. Se derrumbó además, el muro de cierre del cuartel de la Guardia Civil, que tuvo que ser retirado porque invadía la calzada. Y en A Toxa cayeron varios árboles, uno de ellos sobre la terraza del club de golf. Por fortuna, apenas ocasionó daños.

Una cama elástica volando

A las oficinas de la Policía Local meca llegaron hasta una decena de denuncias de propietarios de vehículos que habían resultado dañados por la caída de tejas. Y es que los operarios se hartaron de recoger materiales diversos que salieron volando. Entre ellos, una cama elástica de grandes dimensiones.

Noche en Virxe das Mareas

Fue una noche larga para los vecinos de este barrio. El sistema instalado por los servicios de emergencia impidió que el mar entrara en sus viviendas. «Miña nai non durmiu en toda a noite, entre os latigazos do mar e a forza do vento...», relata Joaquín Solla. Porque el mar volvió a llegar a la puerta de las casas, prueba de ello era la arena que cubría esta mañana el vial. «Mentres no se tomen medidas imos vivir co corazón encollido», añadió.

Pero no solo en la localidad meca hubo desperfectos. En Cambados cayeron 16 árboles, uno de ellos el que había en las inmediaciones de la iglesia parroquial. Se registraron también daños en una de las piedras del campanario de San Benito, lo que obligó a cerrar la iglesia. Rompió, además, el cruceiro en la zona de O Cruceiro. Y hubo daños en centros escolares. En Vilanova, los bomberos tuvieron que retirar unas planchas y las tejas de un edificio, obligando a cerrar la calle Miguel Jambrina. Por último, un piorno se vino abajo en A Illa, en O Regueiro. En la capital arousana, los servicios de emergencias no pararon en toda la jornada. «Tenemos mucho trabajo, pero todo cosas pequeñas», como la caída de árboles y tejas. En este último capítulo hay que incluir parte de la cubierta de una nave del muelle de pasajeros, que causó daños en una embarcación de Aduanas.

La lista de incidencias se completa con un sinfín de apagones, muchos de varias horas de duración y otros registrados por la tarde, que dejaron a oscuras a los vecinos de la comarca arousana.