O Grove formará a una veintena de socorristas para conseguir cubrir sus playas en verano

r. estévez / S. gonzález O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MONICA IRAGO

El Concello de Vilagarcía descarta fomentar este tipo de iniciativas al entender que el problema no es de falta de titulados

24 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado verano, el Concello de O Grove tuvo serios problemas para encontrar socorristas para sus playas. Para evitar que este año se repita esa situación, desde el ayuntamiento han decidido dar un paso adelante, y en el plazo de un mes pretenden lanzar un curso para que una veintena de jóvenes de la localidad puedan formarse en una actividad con la que, durante el verano, podrán ganarse un sueldo. La idea ya la había esbozado el alcalde, José Cacabelos (PSOE), en medio del calor estival, y comienza a cobrar cuerpo ahora. Si todo sale según lo previsto, los interesados en participar en este curso recibirán la formación teórica en las instalaciones que la Diputación de Pontevedra tiene en A Lanzada. La parte práctica se impartirá, sin embargo, fuera del municipio meco, en la piscina de Cambados.

Con este curso, Cacabelos confía en ver resuelto un problema que, en los últimos años, está causando serios quebraderos de cabeza a los alcaldes de localidades con playas que deben ser vigiladas por profesionales. El año pasado el Concello meco ensayó otra fórmula para sortear ese obstáculo: incrementar los salarios que se pagan a los profesionales del salvamento. La cantidad que estos iban a percibir subió de los 1.180 euros que se pagaban en verano de 2015 hasta los 1.250 del 2016. Pero ni con esas. La primera oferta de empleo lanzada por el Concello eran doce plazas por tres meses, y ni siquiera estas se cubrieron al cien por cien. Las convocatorias posteriores tampoco tuvieron éxito. «Hasta lanzamos una oferta para toda la provincia. Estaban convocadas 64 personas y solo se presentaron diez», explicaba entonces el regidor socialista.

A su juicio, trabajar de socorrista en O Grove solo resulta rentable para gente de la zona, que no deba pagarse una vivienda en una localidad turística. De ahí la necesidad, señalaba entonces Cacabelos, de hacer cursos de proximidad, que permitiesen a los rapaces de la zona formarse para realizar esa tarea en verano. No es el único alcalde que piensa así. En la ría de Pontevedra, donde son necesarios un centenar de profesionales para atender los arenales, los municipios de Bueu y Marín han decidido también organizar cursos de formación. En ambos casos, consideran que uno de los grandes problemas a sortear son las dificultades que existen para que los aspirantes puedan acceder a una titulación homologada ya que los cursos que se organizan en Galicia son pocos y caros. La intención de estos dos municipios es disponer, ya este verano, de una primera promoción de titulados.

La apuesta de Ravella

En Vilagarcía, sin embargo, el Concello mantiene una tesis distinta. Desde Ravella están convencidos de que las dificultades para cubrir los puestos de vigilancia de playas no están originadas por la falta de titulados, si no por lo limitado de los salarios que se ofrecen a estos profesionales, en buena medida derivados de la estrechez de los convenios firmados entre ayuntamientos y Xunta.

El año pasado, recuerdan desde Ravella, cubrir las plazas ya resultó algo más sencillo que en anteriores convocatorias: el Concello decidió realizar una mayor aportación económica, lo que permitió que los socorristas contratados percibieran 1.068 euros mensuales por sus servicios. De esa manera se evitó la «fuga» de profesionales que se había producido en años anteriores, cuando los socorristas abandonaban Vilagarcía por otras localidades en las que mejoraban sus condiciones salariales. En este caso, la mejora salarial sí funcionó, recuerdan desde el gobierno local. Así que ese será el camino por el que seguirán avanzando, y dedicarán los esfuerzos en formación a otras actividades que contribuyan a generar empleo estable.