Dos testarazos para despejar las largas cabezadas en el banquillo del Arousa

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

Cedida (Ramón Álvarez)

Carlos Besada inicia su cesión al Unión Grove recuperando el olfato goleador de su último año en la cantera arlequinada

18 ene 2017 . Actualizado a las 08:40 h.

A falta del ansiado delantero centro por llegar que pueda cambiar la tendencia, o de que Hugo Soto, Sylla o Eloy pongan fin a su sequía, la presente será recordada como aquella temporada en la que el Arousa salió adelante con sus defensas convertidos en referentes goleadores. Y visto lo visto, quizá fue cuestión de oportunidad ver a Carlos Besada sumarse a Rivas y Aitor Díaz entre los máximos finalizadores del conjunto vilagarciano. La oportunidad que la calidad de estos dos últimos, y la presencia de un futbolista como Vitra, escamotearon al joven central de Portonovo. Tras completar la primera vuelta de Liga con tan solo dos partidos jugados y 139 minutos de competición -90 frente al Castro y el resto contra el Alondras-, y alcanzado el punto y final en la Copa R.F.E.F., donde lo jugó todo, Carlos Besada concluyó que «a partir de ahora iba a tener pocos minutos», apunta, y pidió su salida de A Lomba por la vía de la cesión. El pasado domingo suyos fueron los dos tantos que le dieron al Unión Grove 3 puntos que valen su peso en oro, ante un Alertanavia entre los rivales directos de su nuevo equipo por la supervivencia en la Preferente Autonómica Sur. En un partido marcado por el juego aéreo en el que su 1,85 resultó letal.

Quiso la casualidad que fuese Vixo, un futbolista con el que la temporada pasada coincidía el día a la semana que subía a entrenar con la primera plantilla del Arousa, quien le sirviese las dos asistencias. La primera, en un saque de esquina ensayado al segundo palo en el minuto 27. La segunda, en una falta lateral que Carlos Besada cabeceó al fondo de la red del Alertanavia a la altura del punto de penalti.

Se da la circunstancia de que, sin reconocerse un goleador, Carlos Besada recuerda que la temporada pasada «sí marqué goles, unos 10 ó 12», también «casi todos de cabeza», en el último de sus dos años de juvenil en el Arousa de Liga Nacional. El equipo que eligió tras volverse sus padres de Tenerife, adonde se había mudado la familia cuando él tenía 5 años.

Forjado en la cantera del Marino, Carlos Besada dio el salto al Arousa en Tercera el pasado verano. Y si bien este año no ha podido ser, «me gustaría mucho volver el próximo verano», dice. Después de, vaticina, verlo jugar la fase de ascenso, y tras «ayudar al Unión a conseguir la salvación».