Las bateas de Arousa se vacían al concentrar las ventas de mejillón

r. estévez / j. jamardo VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

ÓSCAR VÍFER

Aunque la marea roja está remitiendo, sigue castigando a otras rías y marca el compás en el inicio de la campaña de Navidad

09 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La de Navidad sigue siendo una campaña importante para el sector del mejillón. No tiene el peso de antaño, cuando en estas fechas se facturaba el 30% de las ventas anuales, pero sigue siendo una etapa clave tanto para comercializadores como para productores. Este año, los pedidos navideños estarán sometidos al arbitrio de las toxinas. El episodio de lipofílicas que mantiene cerrado aún un buen puñado de bateas gallegas está remitiendo, «pero lentamente», según confirma la responsable del Intecmar, Covadonga Salgado. Mientras esa marea roja no desaparezca, bateeiros como los de O Grove o Bueu seguirán sin poder sacar su mejillón, condenado hace meses a permanecer colgado de sus cuerdas. Mientras los responsables de estas organizaciones colocan un cero en el casillero de ventas, en la mayor parte de Arousa se ha despachado mejillón a destajo, ya que esta zona ha centralizado buena parte de los pedidos que no se podían atender en el resto de las rías.

Según los cálculos realizados por los representantes de varias organizaciones de productores arousanos, en estos momentos se ha vendido ya alrededor de un 80 % de la cosecha de mejillón de la ría. Atender todos los pedidos empieza a resultar complicado, según señalaba ayer Alejandro Tubío, de Arousa Norte.

¿Nuevas amenazas?

Así que si la marea roja remite y permite retomar la actividad en zonas que hasta ahora han estado cerradas, sería una buena noticia para la cadena del mejillón, de los productores a los comercializadores, que tendrían el suministro garantizado. Eso, siempre y cuando las células portadoras de toxina paralizante que han sido detectadas en grandes cantidades en la zona de Vigo no acaben colonizando el conjunto de las Rías Baixas y provocando nuevos cierres. De momento, afecta a una zona de Cangas.

Un largo parón y mucho miedo a los desprendimientos masivos de bivalvo

En Arousa, los polígonos de Meloxo son los que más sufren los episodios de mareas rojas. En el mes de octubre, cuando la campaña de Italia empezaba a rodar, la toxina llegó a esta zona de la boca de la ría. Y aunque todo parece indicar que el problema empieza a remitir, lo cierto es que la extracción de mejillón sigue parada en esas bateas. El simple hecho de no poder vender su producción bastaría para tensionar a los bateeiros afectados. Pero en el caso de Meloxo, la preocupación se incrementa debido a los desprendimientos de parte de la cosecha. «Aínda non houbo temporais e xa caeu moito mexillón», explicaba ayer el presidente de Amegrove, Francisco Padín. Confía en que la toxina siga de retirada y poder aprovechar, al menos, dos semanas de buenas ventas antes de Navidad.