Las gaviotas se convierten en un problema en tejados y terrazas

Bea Costa
bea costa O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Emerxencias de O Grove atendió este verano más de 30 avisos de vecinos molestos con estas aves

17 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Será cosa de estar rodeados de mar o de estar en el extremo de la ría pero el caso es que O Grove es donde las gaviotas causan más molestias a la población. El servicio municipal de emergencias retiró una treintena de gaviotas heridas y de nidos a raíz de llamadas de particulares a lo largo del verano. Estas aves pueden resultar agresivas, especialmente cuando anidan y lo hacen cerca de la gente, en tejados casi siempre. Si se limitan a ensuciar y a hacer ruido, los vecinos están abocados a soportarlo con paciencia dado que los servicios municipales carecen de capacidad para abordar todas las situaciones de este tipo, pero cuando estas aves ven amenazados sus polluelos y se ponen violentas, es el turno de los expertos de Emerxencias.

Las gaviotas son aves de envergadura, con las alas desplegadas pueden alcanzar un metro, y tienen mucha fuerza en el pico y en las patas de modo que, en caso de conflicto, lo mejor es mantenerlas alejadas a la espera de que lleguen los profesionales.

Material de escalada

No suelen ser operativos sencillos. Hay que acceder a los tejados utilizando material de escalada, con arneses, casco y guantes, salvando peligrosas pendientes. Y no siempre se saldan con éxito. En una ocasión, en un edificio de un cuarto piso en O Grove hubo que abortar la operación porque el animal arremetía de tal forma que había riesgo de una caída, y el ave allí se quedó con sus pollos hasta que se decidieron a abandonar el confort de su nido. No obstante, la mayoría de las veces consiguen atraparlos y se envían al centro de recuperación de la fauna situado en Cotorredondo, según informan desde el servicio de emergencias.

El fácil acceso a la comida provoca que la gaviota común opte cada vez más por anidar en zonas urbanas frente a zonas aisladas de acantilado. Y cuando llega el verano y se ocupan las casas que llevan todo el invierno vacías, muchos de los propietarios se encuentran con la sorpresa de que tienen unos inquilinos alados, de ahí que sea en esta época cuando aumentan los avisos por este motivo.

No es un problema nuevo ni exclusivo de O Grove. En otras poblaciones, caso de Pontevedra y Marín, los respectivos concellos han tenido que tomar medidas ante las molestias y desperfectos que ocasiona esta especie en los núcleos urbanos.

Los ayuntamientos contrataron a una empresa especializada, cuyos técnicos visitan los tejados para retirar nidos de gaviotas y palomas. Solo en Pontevedra, el año pasado la campaña llegó a 316 tejados y se retiraron 261 nidos. Este año la batida comenzó en primavera y se prolongó durante el verano.

En los concellos de Arousa no llegó a haber campañas específicas aunque en Vilagarcía sí tienen contratada a una empresa para el control de las poblaciones de palomas y han experimentado que, con la reducción de esta especie, el problema de las gaviotas ha ido a menos. Las aves marinas posadas en contenedores y a la busca y captura de un pincho en las terrazas llegó a ser una estampa frecuente en la ciudad.