El continuo paso de vehículos deteriora el pavimento en las zonas peatonales de O Grove

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

m.a.

Los vecinos se quejan de que hay vehículos que pasan mañanas enteras estacionados en estos viales

30 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«A miña rúa é peatonal e por alí pasan coches e motos a todas horas». Quien habla es una vecina del barrio de Peralto, en O Grove, cansada de tener que lidiar con el tráfico que soporta este entorno a diario. Y eso que hay varias señales de que este espacio es peatonal y de que solo los coches de los propietarios pueden circular por la zona. Pero la realidad es completamente diferente. Hay vehículos que pasan aparcados sobre las aceras todo el día y otros que transitan sin pudor. Todo ello está provocando un serio deterioro en el pavimento. Las losetas colocadas en su día se han levantado y ya se han producido algunas caídas, sobre todo, de gente mayor.

Un simple paseo por el céntrico barrio de Peralto hace que el paseante ponga en duda el carácter peatonal de este entorno. A lo largo de la mañana, varios son los vehículos que aparecen estacionados encima de las aceras, mientras que otros circulan por la zona como si de una carretera normal se tratara. «O peor é que estes coches pasan aquí toda a mañá», se queja una vecina. El ir y venir de turismos es continúo. Algunos paran, para descargar y dar servicio a los negocios de hostelería que hay en la calle Platería. Otros, simplemente, pasan de largo, sin tener en cuenta que este vial es de uso exclusivo para los garajes y residentes. Hay quien deja el coche unos minutos, mientras va al súper o a algún que otro establecimientos comercial. Y también quien, sin problema, estaciona durante horas a pesar de saber que está prohibido.

Un problema frecuente

Este problema se da en todo el entorno, no solo en los viales en los que hay más negocios. Es el caso de la calle Outeiriño, que también es peatonal y en ella está terminantemente prohibido el estacionamiento de vehículos, «pois temos un que aparca alí as 24 horas do día sen que ninguén lle diga nada», se queja una residente en este vial. Explica que por él solo se puede transitar para guardar el coche en un garaje. Pero que, en algunos casos, los vehículos quedan estacionados en estas calles durante todo el día, interrumpiendo el paso por las aceras.

El problema es que este tráfico continuo está provocando serios daños en el pavimento. Las baldosas que se colocaron hace solo unos años están muy deterioradas y, en algunos casos, completamente rotas. Se convierten así en un peligro para los viandantes, que pueden tropezar en ellas. «Pasou a semana pasada, cando unha muller maior tropezou e caeu alí no cruce de Peralto», explica una vecina del lugar. Y es cierto. Un simple vistazo permite comprobar que el peso de los vehículos están causando serios daños en el pavimento, que no está pensado para soportar el paso diario de estos vehículos.

Otros espacios

El problema se repite en otras zonas del casco urbano que también son peatonales, como el barrio de O Montiño. También aquí es frecuente encontrarse coches aparcados a ambos márgenes de la calzada, a pesar de que hay señales que advierten de que está prohibido, o con otros que utilizan este entorno para atajar. Las quejas se pueden ver hasta en las redes sociales, donde los residentes no se cansan de denunciar aquellas conductas inapropiadas. «Hai un que aparca o coche de tal xeito que non deixa que unha veciña, que ten xemelgos, poida pasar co carriño dos bebés», se queja otra grovense.