Las casas le ganan terreno a los pisos en el alquiler de verano

marina santaló VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

mónica Irago

Los precios en O Grove, una de las zonas más solicitadas, rondan los 3.000 euros quincena, bajando hasta los 1.000 en apartamentos

29 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la llegada del verano, tanto en el calendario como meteorológicamente hablando, comienza el movimiento de maletas y el período de desconexión. Elegida la fecha y el destino, el lugar donde alojarse se convierte en el foco de preocupación y, cuando se trata de alquiler, las casas están comenzando a comerle terreno a los pisos. Al menos, en la comarca de Arousa. No todas las inmobiliarias consultadas coinciden al hablar de ocupación pero, en general, sí perciben un incremento en el interés por los adosados de tres a cinco dormitorios. Muchos de ellos, con piscina y barbacoa. «Es bastante superior al de los últimos años», afirman desde Ana Porto Inmobiliaria. La mayor demanda la ubican en O Grove y San Vicente, donde los precios de una propiedad de estas características oscilan alrededor de los 3.000 euros la quincena. En Vilanova, también bastante solicitada, los precios se reducen a los 2.500 euros. «En muchos casos, se alquilan entre dos familias», indican desde Alcom para explicar este auge. Calculan que en el 50 % de los casos sucede esto, fundamentalmente en aquellas casas que disponen de más habitaciones. La otra razón la ubican en la comodidad que suponen para aquellos que viajan con niños.

Si cambiamos la casa por un piso nuevo de dos habitaciones con ascensor y garaje, los precios oscilan alrededor de los 1.000 euros la quincena. Desde Ana Porto Inmobiliaria explican que pueden encontrase también por 750 o 800 euros, pero su alquiler es más inusual. «Es más fácil arrendar los primeros, la gente prefiere pagar un poco más y tener un piso nuevo», afirman. En este punto, también hay coincidencia entre la inmobiliarias. En Cambados y Boiro, ambos muy solicitados, están más o menos a la par. La quincena en un piso de tres dormitorios cuesta alrededor de los 1.000 y 1.100 euros, algo menos que en Vilagarcía, donde la inmobiliaria Noval percibe un «paulatino descenso» de los alquileres desde hace una década. Los motivos los achacan a la importancia de la playa a la hora de escoger destino, lo que, con el incremento de opciones, ha movilizado a los turistas a otras zonas de la comarca. Cambados, por su parte, hace pleno de ocupación con mucha antelación en las fechas de la Festa do Albariño.

Cuando se trata de A Toxa, los precios se disparan. Un apartamento como los anteriores se eleva hasta los 2.200 o 2.300 en la primera quincena de agosto, que sigue siendo, tal y como dicen desde Ana Porto, el período estrella. En la segunda bajan hasta los 2.000 y, en julio, debido a la demora del buen tiempo, pueden encontrarse más baratos al haberse retrasado las reservas.

A pesar de que los precios se establecen por quincenas, la mayoría de los alquileres se realizan por una semana, tiempo por el cual el coste se reduce a algo más de la mitad. En O Grove, por ejemplo, rondan los 600 euros. Ampliar la temporada de descanso hasta los nueve o diez días tampoco es inusual. Finalizado el período vacacional, se habla de meses y no quedan ni rastro de estos precios. En el municipio mecos los pisos se mueven alrededor de los 350 euros, incrementándose en 100 euros más, como mucho, los «más lujosos». En Cambados y Boiro varían entre 300 y 350 y, en Vilagarcía, donde el movimiento sí aumenta durante el año, se incrementa a los 400 o 450 euros en pisos de cien metros cuadrados y tres dormitorios.

3.000 €

O Grove

Precio por una quincena en una casa de tres a cinco dormitorios y con piscina y barbacoa

1.000 €

O Grove

Precio por un apartamento nuevo de dos dormitorios, con ascensor y garaje

2.000/2.300 €

A Toxa

Precio por un apartamento de tres dormitorios en la primera quincena de agosto, la más cara

Traspaso al arrendamiento anual a causa de la nueva regulación

El miedo a alquilar las viviendas durante el año para evitar una posible acumulación de deudas u otras situaciones desagradables como destrozos está empezando a ser sustituido por otro mayor; el decreto de la Xunta por el que se regularán los alquileres de verano. «La gente ya está comenzando a preguntar por el año que viene», indican desde Ana Porto Inmobiliaria. La percepción es clara. «Cada vez hay más propietarios que alquilan sus pisos a lo largo del año», continúan. Una decisión que están tomando, fundamentalmente, los dueños de los pisos que tienen que realizar obras para poder acogerse a la nueva normativa y ofrecer sus pisos como alquiler vacacional sin temer a ser sancionados. Quedando en el olvido una época en la que, tal y como cuentan, no era extraño encontrarse con inquilinos que se marchaban dejando grandes deudas, el traspaso al alquiler anual parece una apuesta fácil.

Las diferencias de precios entre la temporada estival y el resto del año convierte esta opción, sin embargo, en menos atractiva, inciden desde distintas agencias inmobiliarias. Las opiniones sobre la ordenanza difieren según de qué colectivo se trate, mientras que la hostelería considera que dará seguridad a huéspedes y propietarios, la mayoría de estos últimos se muestran en contra de la medida al considerar que, siempre y cuando declaren sus beneficios, deberían poder disponer libremente de sus viviendas. Entre las normas que se incluirán en el documento, destaca la prohibición de alquilar por habitaciones y la obligación de facilitar un teléfono de contacto 24 horas. Para registrarse, habrá que pagar una tasa de 56,26 euros.