Una carretera muy estrecha para el tráfico que soporta

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso O GROVE / LA VOZ

O GROVE

Es el acceso a algunas playas y al cementerio de la parroquia, pero carece de arcén para los peatones y de un ancho suficiente

29 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El último tramo de la carretera de San Vicente, el que comienza en el cruce del vial interior y remata en la playa de O Carreiro, es de los más transitados. En invierno lo utilizan los vecinos para bajar al cementerio, ir a misa o, simplemente, acercarse a pasear por el entorno. En verano, en cambio, son los visitantes los que transitan por esta estrecha carretera para acceder a algunas de las playas más conocidas del municipio, como Area Grande o O Carreiro. El problema es que el ancho de este vial provoca que, en muchos de sus tramos, carezca de un espacio en condiciones para que los peatones puedan transitar por él. En ocasiones no hay ni arcén, lo que supone un verdadero peligro.

Empieza este vial en el cruce con la conocida como carretera interior de San Vicente, la que conduce hasta esta parroquia desde el casco urbano de O Grove. Es un tramo pequeño, de apenas unos kilómetros, pero muy utilizado durante todo el año. Y es que es el principal acceso a la iglesia y al cementerio de la parroquia, además de a varias playas y a un cámping. De ahí que sean muchos los vecinos de la zona que prefieren ir andando por este entorno. Pero la carretera no cuenta con las condiciones necesarias para garantizar la seguridad de estos peatones. Carece, por supuesto, de aceras. Los arcenes son demasiado estrecho y, en algunos casos, están llenos de antiguos tubos de canalización rotos, lo que supone un mayor peligro para los viandantes.

Para los conductores

Si complicando es ir a pie por este espacio, tampoco resulta sencillo transitar en coche. En muchos tramos, el vial es demasiado estrecho y carece de espacio para que dos vehículos de gran tamaño, sea un autobús o el camión de la basura, puedan circular en dirección contraria al mismo tiempo. Pero es que, a mayores, en determinados lugares hay viviendas que se sitúan peligrosamente en el borde de la calzada, con lo que es preciso extremar las precauciones. A todas estas dificultades hay que sumarle el hecho de que esta es una carretera que soporta una elevada afluencia de vehículos, sobre todo durante la temporada estival. Hay autobuses que van a dejar excursiones al cámping y decenas de coches se dan cita todos los fines de semana de verano para dejar en las playas a los bañistas. Eso sin tener en cuenta el tráfico que generan los propios vecinos.

El gobierno local tiene ahora un proyecto para tratar de mejorar la seguridad viaria en este entorno. Pero sacarlo adelante no será tarea sencilla. Los técnicos de la Diputación, administración titular de esta carretera, están estudiando la forma de construir algún tipo de senda que permita garantizar la seguridad de los peatones. La mayoría de los vecinos parecen dispuestos a ceder sus terrenos. Pero hay lugares en los que esto no será suficiente, por la proximidad de las viviendas con la calzada. Aún así, cualquier solución que se aporte será mejor que el estado actual de esta carretera.

Sin espacio para dos carriles. Buena parte de esta carretera es tan estrecha que, en algunos tramos, es difícil que puedan pasar dos coches al mismo tiempo y en dirección contraria. fotos m.a.

Viviendas muy cerca de la calzada. El vial también tiene alguna curva peligrosa, de las que hay que tomar con cuidado. Situación que se complica por la proximidad de las viviendas.

Sin espacio para los peatones. La acera construida en la fachada de esta vivienda es el único tramo para peatones que encontramos en todo el vial.

Cunetas peligrosas. Los espacios para los peatones no están especialmente cuidados y, en algunas cunetas, se encuentran tubos de canalización de aguas rotos y deteriorados.