La Xunta extrema los controles en una época en la que la demanda de productos del mar se incrementa
08 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Se acerca la Semana Santa, una época de vacaciones, de turismo y de un mayor consumo de mariscos de todo tipo. Precisamente por eso, porque el movimiento de productos del mar gana enteros, el servicio de Gardacostas, en colaboración con otros cuerpos de seguridad, redoblará los controles para evitar la comercialización de aquellos que no tengan los papeles en regla. «O Servizo de Gardacostas sempre está moi pendiente deste asunto, pero vanse intensificar as inspeccións e os controis de cara a campaña de Semana Santa», informaban ayer desde la Consellería do Mar.
A mediados de la semana pasada, ese mayor control dio sus frutos. Un operativo desplegado en Vilanova permitió incautar mil unidades de vieira, que arrojaron un peso de unos trescientos kilos, procedente de la ría de Ferrol. El producto viajaba en una furgoneta que fue requisada, igual que otro vehículo que «hacía de lanzadera», según explicaban ayer desde la Guardia Civil.
Estas redes de distribución de producto furtivo están perfectamente organizadas, según la Benemérita. El grupo detectado la semana pasada, y del que formaban parte dos vecinos de Ferrol, dos de O Grove y uno de Vilagarcía, controlaría todo el proceso: desde la extracción de producto de una zona prohibida, hasta la comercialización del mismo tanto a particulares como a establecimientos hosteleros, según la información facilitada sobre el operativo por el servicio de Gardacostas.
«Esta é unha rémora que levamos arrastrando dende hai tempo», reconocía ayer Ruperto Costa, el patrón mayor de Cambados. Se refería a la vieira que sale del mar ilegalmente y que en un puerto como el suyo compite con el producto que, hasta finales de esta semana, seguirá extrayendo un grupo de barcos que se ajustan a un plan, a unas exigencias de trazabilidad, a unos controles sanitarios. Ayer, sin ir más lejos, esa flota llegó a tierra con 391 kilos de vieira.
La almeja
En otros puertos de la ría de Arousa, el principal problema está en otra especie, en la almeja que no es quién dice ser. En concreto, explica María José Vales, la patrona mayor de Vilanova, «na que ven de fóra e se fai pasar como se fose de aquí». Aunque también en la que capturan los furtivos. «Todo o que se faga para controlar o marisco que se vende por fóra das lonxas e sen ningún tipo de control parécenos ben, porque é algo que nos fai dano a todos os que traballamos legalmente», argumentaba ayer la responsable del pósito vilanovés.