Por primera vez en su historia el conjunto sénior masculino meco se consolida al frente de la clasificación de la Primera Gallega
02 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Con claridad. Así se impuso el pasado fin de semana el conjunto sénior masculino del Rasoeiro al modesto Atlético Novás B en el encuentro de la séptima jornada de Liga de la Primera División Gallega. Con un 26-21 que subía al casillero del cuadro meco su sexta victoria consecutiva. Una racha que arrancaba el pasado 18 de octubre con un 33-21 sobre el Viveiro, también con el Monte da Vila como escenario, y que ha hecho olvidar el inesperado traspiés de la jornada inaugural con el Pabellón Ourense (21-24). En definitiva, un 6-1 de salida que nadie recuerda en los 36 años de historia del club de O Grove, en cuyos anales tampoco se registra una situación de privilegio como la que hoy disfrutan los pupilos y compañeros de Quito Parada, líderes con el mismo balance de triunfos y derrotas que el Teucro B y el Camariñas. Un puesto de honor que, expone su jugador-entrenador, pretende defender hasta el final de la Liga la plantilla de un Rasu ilusionado con la idea de ser el primer equipo masculino del club en disputar una fase de ascenso a la Primera División Nacional.
Lo primero que uno piensa al ver el espectacular inicio liguero de los de Quito Parada es encontrarse ante el fruto de ese segundo tramo de competición de la pasada temporada, con el Rasoeiro evitando la debacle merced a una serie final de nueve partidos ganados en los últimos diez de la fase regular de la Liga. Quito descolgaba entonces las zapatillas para echar una mano en un grupo escaso de efectivos, con una decena de hombres batiéndose el cobre para relanzar al colista hasta el octavo puesto, que aún lo obligaría a disputar un play-off de permanencia que ganó con claridad al Asmubal. Y algo hay de remanente en el balance de estos dos primeros meses de nueva campaña. Pero la clave del liderato del Rasu es, explica su estratega, otra.
«Comezamos con moitas dúbidas», explica Parada. «Xogamos co Pabellón na primeira xornada, e non contabamos con perder. En verán recuperaramos a dous xogadores importantes, Ángel -portero- e Iago -central/lateral izquierdo- tras 2 anos no B.M. Pontevedra, e pensabamos que nos tocaba unha tempada tranquila». Pero el mazazo del Pabellón «levounos a pensar que ía tocar sufrir de novo, ao ver o equipo sen capacidade de reacción». Solo que el técnico no estaba por la labor de revivir la experiencia.
Una reunión que lo cambió todo
«Reunímonos, e falamos de que tiñamos que xogar con sistemas, defendendo dunha maneira, e atacando dunha maneira», recuerda Quito Parada. Y el plan salió adelante cimentado sobre un hecho insólito en O Grove. «Comezaramos a pretempada o 1 de agosto, e ata despois da Festa do Marisco non adestramos ningún día con dez. Desde entón todos os días -tres a la semana- somos 14. Iso -tal cantidad de efectivos- nunca pasara no Rasoeiro». Un cambio radical con especial incidencia en la portería, toda vez que «o ano pasado moitas veces tiñamos que traballar xogando a fútbol sala, porque sen porteiro no balonmán non se pode adestrar».
La calidad de los entrenos, y el hecho de tener más jugadores que fichas (18) disponibles, ha hecho posible que el Rasu no note sus habituales bajas fuera de casa, con varios hombres trabajando en la hostelería. Es más, Quito confiesa que su mayor quebradero de cabeza es poder darles minutos a todos sus efectivos en un plantel entregado a la causa.
«A ilusión dos máis novos é manterse arriba, e a dos maiores, ser campións», superando el cuarto puesto como techo histórico del equipo en la Primera Gallega, apunta el entrenador de un equipo que ya ha ganado al Camariñas, y aspira a despachar al potente Teucro B a la vuelta de la Navidad.-