El comedor escolar más internacional

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso MEIS / LA VOZ

MEIS

m.m.

Los alumnos de Mosteiro han probado comida de la India, Portugal y Cantabria

18 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pollo tikka masala, dal, arroz basmati y pan chapati. Ese fue el menú que ayer degustaron en el comedor escolar los alumnos del colegio de Mosteiro. Porque desde el curso pasado el centro ha puesto en marcha un programa destinado a potenciar este servicio y a permitir que sus beneficiarios puedan degustar platos típicos de otras latitudes. Ayer fue la jornada de la India. Pero los estudiantes también han probado este curso los platos típicos de Portugal o las setas que ellos mismos cultivaron. Cuenta el director, Luis Camilo Fernández, que la iniciativa está siendo todo un éxito y que los chavales se muestran encantados de poder probar cosas diferentes. Algunas recetas, como la marmita de Cantabria, se han incorporado ya al menú habitual del centro.

Tres ayudantes y una cocinera son las responsables de preparar todos los días la comida para los trescientos alumnos que utilizan el comedor de Meis. «Quen innova é o director», relatan. Ellas se limitan a seguir sus indicaciones. «Ao principio chocábanos un pouco facer estas comidas, pero ao final sae todo ben», relatan mientras ultiman los preparativos de la jornada dedicada a la India. Este tipo de iniciativas son posibles gracias a la implicación del profesorado. En Mosteiro son el director y el profesor de religión, Manuel Graña, los que se ocupan de elegir menús y gestionar todo lo relacionado con el comedor. «Es mucho trabajo y poco gratificante, pero la calidad no tiene nada que ver», relata Luis Camilo. Es él el que se encarga de diseñar y preparar los menús de otras latitudes. «Los conejillos de indias son mi hija y sus amigas. Si a ellas les gusta, pasa el filtro», explica. Eso hizo con el menú de la India. Elaboró un pollo tikka masala con poco picante que triunfó, así que ayer lo degustaron los alumnos.

Gastronomía y cultura

Pero este proyecto no se limita a una degustación culinaria. En el mismo se implican todas las clases del centro y, durante unos días, aprenden cuestiones relacionadas con la cultura del país. Cuando celebraron el día de Portugal, pudieron disfrutar de un concierto de fados. Ahora que están sumergidos en la cultura hindú han grabado un vídeo estilo Bollywood, que puede verse a la entrada del centro.

Y todavía tienen más proyectos en el tintero. Porque el próximo curso quieren elaborar un libro de recetas. Que sean los propios niños los que hagan las fotos e ilustren una publicación en la que incluirán los platos que más les gusten del comedor.

Un presupuesto de dos euros al día por niño que permite comer merluza del pincho

En el comedor del colegio de Mosteiro tienen claro que la calidad de los alimentos es lo más importante. Por eso hace un tiempo que decidieron desterrar del menú los congelados. El pescado y la carne que se sirven son frescos, se los trae un proveedor directamente de la lonja. Y no hay croquetas, ni San Jacobos, ni fritos de ese estilo. Todo esto es posible con un presupuesto de dos euros por niño al día, explica el director. «Eso es gestión», argumenta Luis Camilo.

«Hay coles que no tienen a nadie dispuesto a hacerse cargo del comedor. Aquí lo hacemos y la calidad no tiene nada que ver», añade el responsable del centro. Su menú incluye platos como arroz con berberechos, fideos con almejas y pescado al horno. «Claro que otras veces tenemos que poner espaguetis o potajes para compensar», sostiene. Lo que está prohibido son los congelados. «Tenemos un presupuesto de 550 euros al día que nos da Educación. Con eso tenemos que pagar el gas, la comida y las posibles averías», relata. Reconoce que la tarea no es fácil, pues obliga a hacer números y supone un duro trabajo, pero considera que el esfuerzo vale la pena. Ahora, el comedor está integrado en el cole y es mucho más que un servicio de comida.