Augas de Galicia exige al Muíño do Crego una autorización para aprovechar el agua del río

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso MEAÑO / LA VOZ

MEAÑO

MARTINA MISER

El centro deja de hacer visitas gratuitas y cierra el paso del agua para evitar una sanción de la Xunta

21 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde el año 1752 cuenta el Muíño do Crego, ubicado en la popular ruta de Lores de Meaño, con autorización para usar el agua del río. Pero esto no parece suficiente para Augas de Galicia, que ha puesto al propietario de esta emblemática construcción, Pablo Dovalo, en una difícil tesitura. El pasado mes de octubre le remitió un escrito en el que le instaba, por un lado, a legalizar unas obras acometidas para vallar el recinto y, por otro, a solicitar la perceptiva autorización para aprovechar el agua del río. De no hacerlo, podrían tener que enfrentarse a una multa de entre 5.000 y 30.000 euros. Por ello ha optado por suspender las visitas gratuitas que se realizaban en este entorno y por cortar el paso del agua, para evitar posibles sanciones.

El molino fue restaurado con medios privados, a pesar de que en alguna ocasión se le atribuyó su renovación al taller de empleo de A Segorella. «Cando quixen restauralo pedín unha axuda e a resposta dos organismos oficiais foi negativa», explica Dovalo. Así que sin colaboración alguna, optó por acometer las mejoras. La construcción se encuentra actualmente en perfecto estado y funciona. De hecho, acoge visitas guiadas para escolares y particulares. Pero esto se ha terminado. Por lo menos, de momento.

Cobrar por el agua

La carta que ha recibido por parte de Augas de Galicia ha llevado al dueño del molino a cerrarlo de forma temporal. Las obras, que consistían en un cierre perimetral, han sido ya corregidas. Pero sobre la autorización para aprovechar el agua del río nada se sabe. Dovalo remitió a Augas de Galicia un completo escrito en el que explica que su inmueble cuenta con permiso para el paso del agua desde el año 1.752 y de eso existe prueba documental. También alega que, actualmente, el molino se dedica a acoger visitas gratuitas. Por eso no entiende que la Xunta le quiera ahora cobrar por utilizar el agua del río, porque esta pase baje el mismo. En vista de que la situación podría derivar en sanción, ha decidido también cerrar el agua mientras la Administración no conteste a sus peticiones. Pero ello podría poner en peligro la maquinaria del molino. Porque si el agua no la moja, la madera se secará y quedará seriamente dañada. «Se a resposta de Augas de Galiza tarda moito, as madeiras do muíño pudrirán», se queja su propietario. Por eso reclama a la Xunta que conteste cuanto antes a su informe y le explique, de una vez por todas, si va a tener que pagar porque el agua del río pase por debajo de esta emblemática construcción.