El espíritu de Chocolate regresa a los fogones

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso MEAÑO / LA VOZ

MEAÑO

. m.a.

Las mejores recetas del restaurante vilagarciano vuelven a servirse en un local que abre sus puertas en Meaño

01 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Chocolate. Ese es el nombre del nuevo restaurante que ayer abrió sus puertas en Meaño. Lo hizo con la intención de resucitar el arte de uno de los mejores restauradores que tuvo Arousa, Manolo Chocolate. Él mismo participó en este proyecto antes de fallecer. «Manolo tenía la ilusión de estrenar este local el pasado 18 de diciembre, cuando celebrábamos nuestro 60 aniversario de boda», relata su ahora viuda, Josefa Muñiz. Aunque ejerce de invitada a la inauguración, no puede evitar supervisar lo que sucede en la cocina y fuera de ella. «Pasé 42 años trabajando», explica. Durante más de veinte tuvo a su lado a Pilar Vallo, la que ahora es la cocinera del nuevo Chocolate. «Ella fue mi maestra», cuenta con cariño mientras prepara el famoso guiso de chopos, uno de los platos típicos en el local vilagarciano y que ahora se servirá en este establecimiento, ubicado en el polígono de Xil.

Manuel y Luis, los hermanos Abal, son los propietarios de este nuevo negocio. Amigos de la familia han decidido dedicar esta nueva aventura a Chocolate. «Nos pidieron de favor que les dejáramos poner Chocolate», cuenta Josefa, quien se emociona porque su marido no haya podido ver este nuevo negocio en marcha. «La pena es que no esté también aquí», lamenta. Y enseguida se lanza a contar una nueva anécdota. «Pasamos 42 años trabajando codo con codo y con una mala leche que no te puedes imaginar», recuerda. Empezaron como todas las cosas grandes, desde lo más pequeño. «Con cuatro mesas y una cocina debajo de la barra. Tenía un cesto de mimbre para escurrir los platos», explica. En ese espacio transcurrió buena parte de su vida. «Di a luz dando de cenar a 22 personas un 29 de diciembre. No llegué a los postres y antes del café ya había nacido la niña».

Los once ministros

En septiembre hará ya once años que Chocolate cerró sus puertas. «Yo me jubilé con 70 años», explica Josefa. En medio, «hubo muchas vivencias y muchas alegrías. Yo he tenido la satisfacción de tener en un año a once ministros en mi casa. El último mandatario de España que vino fue Adolfo Suárez, que estuvo jugando al mus con mi marido», añade. Por sus cocinas pasaron también un sinfín de jóvenes, entre ellos, Pilar Valle. Llegó a los fogones de Chocolate casi por casualidad y sin ningún tipo de formación. «Yo llegué sin ninguna formación y ellos fueron mis maestros», relata la cocinera del nuevo Chocolate, que se muestra «muy contenta» con la experiencia. Nos lo cuenta mientras prepara el famoso guiso de chopos. «Un día Chocolate me trajo un chopo así de grande, ‘¿qué hago yo con esto?’, le pregunté. Y me puse a hacer un guiso. Tuve tanto éxito que he hecho toneladas de este plato», cuenta Josefa. Y esta será una de las especialidades de la casa. Tampoco faltarán en la carta las famosas empanadas de maíz de bacalao con pasas y de mejillón con chorizo. «Las empanadas me las enseñó a hacer mi suegra, pero es que a mí no me gustaba la cocina», añade la viuda.

Vallo, por su parte, cuenta que la carta de este establecimiento recordará mucho a la de aquel Chocolate en el que ella empezó a trabajar. «Además de la empanada y el guiso de chopo tendremos el chuletón y pescados al grill», afirma. Precisamente la carne será otra de las especialidades en este establecimiento hostelero. No en vano los hermanos Abal dirigen también Cárnicas Lym. Una nevera llena de los mejores chuleteros de vaca y de ternera gallega preside uno de los comedores de este establecimiento, en el que se ha cuidado hasta el mínimo detalle. El local cuenta con varios espacios diferenciados, desde una cava con los mejores vinos en la que organizar catas, hasta una zona de sillones en la que poder disfrutar de la sobremesa. Porque como en el viejo Chocolate, aquí se viene a disfrutar de la comida. De las mejores viandas preparadas con el arte de Manolo.