El Sergas da una cita preferente para el 2018 a un vecino de Catoira

Marina Santaló CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

Mónica Irago

El hombre, de 52 años, está tomando una medicación que no le hace efecto y no podrá cambiarla hasta el próximo año

02 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy hace 22 días que Darío Cordo, un vecino de Catoira 52 años, se levantó con un dolor en la parte inferior de la espalda que le mantiene en cama. Recuerda la fecha exacta en la que le comenzó la molestia porque apenas es capaz de moverse. «Me levanto solo para lo imprescindible y siempre con la ayuda de unas muletas», señala. Su mujer asiente. Entre lo imprescindible se encuentran, en resumen, las salidas a la consulta de su médico de cabecera: tres citas desde que comenzaron los dolores. «Me dicen que tengo ciática pero llevo ya dos tratamientos diferentes y no me hacen efecto ninguno», indica Cordo. Con la tercera visita, le desviaron al traumatólogo.

Tras la revisión del especialista, tuvo que pedir nuevas citas en el Hospital Clínico Universitario de Santiago. Ahí comenzaron los problemas. Mientras que la electromiografía se la fijaron para el próximo miércoles, 8 de marzo, la nueva cita con el traumatólogo la tiene para septiembre. También le remitieron a la unidad de dolor, para que desde allí se le asigne un nuevo tratamiento. «Debido a la intensidad de las molestias decidí ir a una consulta privada para realizar una resonancia magnética y parece ser que los resultados no se justifican con el dolor que tengo», señala. De ahí, el traslado a esta unidad. Pero, la cita, se volverá a hacer esperar. La tiene para enero de 2018.

«Es una barbaridad de tiempo. No puedo estar un año con estas molestias y sin moverme», lamenta Cordo. Es su mujer quien añade que ambas citas son preferentes, lo que debería acortar la espera. «No tiene ningún sentido», señala. «Si se les concede esta tipología será por algo. No entiendo que, en una de ellas, haya que esperar hasta el año que viene», afirma su esposa, quien alude a la cercanía de la electromiografía como un plazo razonable. «Que la prueba se haga en un tiempo lógico cae en saco roto», añade.

La mayor preocupación de ambos es la cita con la unidad del dolor. «Estoy tomando mucha medicación, con morfina incluida, y temo los efectos de que no sea la correcta», cuenta Darío. A ello hay que sumarle los problemas que ocasiona una baja para un autónomo. «Con una hipoteca y demás gastos, no puedo pasar un año sin trabajar», recalca.

«Traumatología es donde más se tarda, pero esta espera no es lógica»

Las citas preferentes son aquellas que deberían tener cierta agilidad. No se les llama urgentes porque estas últimas son las que te derivan directamente a las urgencias hospitalarias y no a consultas», señalan fuentes facultativas que trabajan en consultas. Es, junto a las normales, una de las dos tipologías en las que pueden catalogarse las citas. Las mismas fuentes explican qué tipo de visitas al especialista se catalogan en una u otra categoría: mientras que las revisiones sin riesgo se encuadran dentro de las citas normales, para los diagnósticos o los procesos previos que se complican se dan citas preferentes. 

Preguntados estos médicos por las fechas de las citas que le dieron a Darío Cordo y en las que se le indicó que no se las ponían antes «por falta de hueco», señalan que «sale de toda lógica y de lo normal» y que «ya en una cita que no sea preferente no debería tener que esperarse un año».

Sobre cuál debería ser el tiempo de espera, indican que varían mucho en función de la especialidad y del hospital en que se pida. «Traumatología es una de la especialidades en la que más suelen retrasarse, pero, como mucho, debería ser unas pocas semanas», indican los profesionales. Ginecología es, tal y como citan, otras de especialidades en las que la esperas tienden a prolongarse.