Catoira, de lo grande a lo pequeño

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

CATOIRA

Alberto García (PSOE), Adriana Rodríguez (PP) y Xoán Castaño (BNG) ante el emblema de Catoira: las Torres de Oeste.
Alberto García (PSOE), Adriana Rodríguez (PP) y Xoán Castaño (BNG) ante el emblema de Catoira: las Torres de Oeste. mónica ferreirós< / span>

BNG y PP acusan al PSOE de apostar por «megaproxectos». García replica: «os nosos veciños teñen dereito ós mesmos servizos que os de Ribadumia»

21 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Alberto García sigue queriendo ser alcalde de Catoira. El veterano regidor se presenta a la reelección presumiendo del grado de cumplimiento del programa con el que sedujo a los vecinos hace cuatro años. En él se recogían propuestas que «honestamente podemos dicir, e vós podedes apreciar, se levaron a cabo nunha alta porcentaxe», dice en el prólogo de su programa. No todos los ven así. Sus rivales en la carrera del 25 de mayo aseguran que los últimos han sido cuatro años perdidos para Catoira. Tanto es así, dice Xoán Castaño, candidato por el BNG, que «o programa do PSOE é un corta-pega do presentado no 2011». La candidata popular, Adriana Rodríguez, se hace eco de la sensación -compartida por toda una generación, dice- «de que Catoira non avanza, non anda, de que está ancorada no pasado e que nunca sae do pozo, sempre cos mesmos problemas».

¿Cuáles son los problemas de la localidad vikinga? En un contexto de crisis que exige más sentidiño que nunca, BNG y PP acusan al gobierno socialista de haberse embarcado en «macro proxectos» o «obras megalómanas» que han impedido atender las necesidades reales de los vecinos y que han empeñado las arcas públicas. En ese sentido, el candidato nacionalista, Xoán Castaño, es especialmente crítico con la deuda que arrastra la localidad, y sobre la que pide a Alberto García que «sexa claro» antes de las elecciones. «É necesario que asuma as súas responsabilidades e diga claramente aos veciños cal é a situación económica do pobo». Por su parte, dice, «se esaxero un só euro da débeda municipal, dimito». También desde el PP cargan con contundencia contra la «situación económica dun Concello no que cada veciño, polo simple feito de selo, arrastra unha débeda de 1.500 euros».

Alberto García replica defendiendo su gestión. «Todos os concellos están endebedados». En el caso de Catoira, los impuestos que se han subido ha sido «por imposición de Rajoy (IBI) ou da Xunta (auga)». Porque, pese a todo, el Concello «segue pagando e segue aí». «Os nosos veciños teñen dereito aos mesmos servizos que os de Ribadumia», sentencia, rotundo, el candidato socialista.

Puestos a hablar de lo que hay que hacer con urgencia en Catoira, el BNG apuesta por «obras para a xente». Plantean, por ejemplo, un plan plurianual para dotar de aceras a Dimo, Catoira y Abalo, así como al recorrido bautizado como a sartén. Además, el BNG quiere mantener en buen estado los espacios públicos, y especialmente estructuras como el pabellón. El PP señala en el capítulo de obras de un PXOM «que permita fixar poboación», de la mejora de la red de caminos, la humanización del entorno del club de piragüismo y de culminar el saneamiento de Abalo y Dimo.

Patrimonio

El PSOE, por su parte, incluye en este capítulo asfaltados, el remate del multiusos, la construcción de aceras y saneamiento y la ampliación de los parques infantiles, además de acondicionamiento de campos de fiestas y restauración de molinos y otros elementos patrimoniales.

De estos últimos habla el PP en el capítulo de patrimonio y promoción turística. A juicio de Adriana Rodríguez, «Catoira é moito máis que as Torres». Aún así, y dada su condición de «emblema», plantean crear una fundación con su nombre que se encargue de velar por todo el patrimonio local. El BNG, en ese sentido, apuesta por reformular el teatro vikingo, «que funcionou no seu momento pero que precisa algo máis» y por crear un concierto vikingo de nuevos valores. En este capítulo, el PSOE hace bandera de la inclusión de Catoira en el programa europeo Destino Vikingo y en la construcción de un museo sobre esa temática.

Reactivar el polígono de Abalo y otras recetas para fomentar el empleo local

Los partidos hablan de qué se puede hacer para fomentar la creación de empleo. Una parada obligada, en ese sentido, es el polígono industrial de Abalo. Un recinto, dice el socialista Alberto García, que por el simple hecho de estar ya construido supone una ventaja comparativa para Catoira frente a otros municipios de la zona «que están pedindo unha infraestrutura similar». Sobre Abalo dice el BNG que «está a toxos», algo que al Bloque le resulta inconcebible. Para remedir esa estampa, dicen los nacionalistas, «imos esixir a SEA [entidad que gestiona el polígono] a rebaixa do chan industrial». El PP promete «promocionar e favorecer a implantación de empresas no polígono de Abalo para crear emprego no municipio».

Pero en el suelo industrial de Abalo no se encuentran todas las respuestas que Catoira necesita. Alberto García considera que «o emprego está moi entrelazado coa promoción de Catoira como destino turístico». El proyecto del hotel balneario, el museo vikingo y la ruta vikinga europea serían ejes dinamizadores que se completarían con el aula de la naturaleza de Pedras Miúdas. Todos estos factores, sumados, servirían para dinamizar el tejido empresarial local, sostienen los socialistas. Reducir tasas a los emprendedores y negocios nacientes y crear un registro de profesionales que pueda ser consultado por las empresas son otras de las alternativas planteadas.

En materia de empleo, el BNG apuesta por rebajar el IBI y las tasas a los autónomos, además de estudiar la viabilidad de eliminar totalmente estos impuestos para los emprendedores. Hablan también los nacionalistas de «impulsar a concentración parcelaria e fomentar as cooperativas agrícolas» para poner en valor el potencial de Catoira y de garantizar la «máxima transparencia» en los contratos municipales.

En sus propuestas económicas, el PP incluye el fomento de obradoiros de emprego y la adhesión a los programas de Diputación y Xunta en esta materia. Señala, también, que se concederán «axudas e bonificacións a obras menores en vivenda habitual para familias con escasos recorsos e xóvenes que se emancipen», y prometen que «non subiremos os impostos en catro anos».