Una boda y un acto de la denominación de origen adelantaron ayer en Cambados el espíritu del Albariño
21 may 2017 . Actualizado a las 20:29 h.Todavía faltan dos meses para que los catavinos y los brindis formen parte del paisaje urbano de Cambados, pero ayer, en pleno mayo, parecía como si la Festa do Albariño se hubiera adelantado este año. A la una y media de la tarde, la Praza do Concello era un hervidero de gente, copa en mano y con ganas de fiesta. La culpa la tuvo una feliz coincidencia. El Consello regulador Rías Baixas eligió Cambados para celebrar el Día movimiento vino D.O., y, con tal motivo, organizó un brindis que resultó multitudinario. Cientos de personas acudió al reclamo de esta invitación pero es que, además, en la plaza estaban los invitados de Pastora Bugallo Domínguez y María Fernández González, que ayer se casaron en el Concello con la concejala María José Cacabelos como oficiante de la ceremonia. Una de las novias llegó en calesa tirada por dos caballos y la otra, en un flamante descapotable rojo. Imposible pasar desapercibidas, de modo que se convirtieron, por méritos propios, en las reinas de la jornada.
Hubo otros nombres propios. No faltaron la alcaldesa, Fátima Abal, y buena parte de los concejales del grupo de gobierno que, por supuesto, brindaron en honor a la Ciudad Europea del Vino. El presidente del consello regulador, Juan Gil, y el sumiller cambadés, José Luis Aragunde se encargaron de los discursos, para recordarles a los presentes la importancia de la denominación de origen y el motivo que los congregó allí.
Las copas se llenaron de albariño, el personal estaba alegre y con ganas de fiesta, no faltó la música y el buen tiempo puso el resto. ¿Quién dijo agosto?