Las aceras ganan terreno en la carretera general de Vilanova

Rosa Estévez
rosa estévez VILANOVA / LA VOZ

CAMBADOS

OSCAR VÍFER

La Xunta hará una senda en la vía de acceso al puente de A Illa

22 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aún queda un largo camino por recorrer antes de que las obras presentadas ayer en Vilanova sean una realidad, pero los trámites para desarrollar un ambicioso proyecto de seguridad vial en San Miguel de Deiro ya están en marcha. El DOG ha publicado ya la apertura del período de exposición pública de una actuación doble que tiene como nexo la rotonda que, desde la PO-549 -la carretera que une Vilagarcía con Cambados- distribuye el tráfico hacia el enlace de la Vía do Salnés y el puente de A Illa.

La Xunta invertirá 1,9 millones de euros en un proyecto que permitirá dotar de aceras a un nuevo tramo de la carretera general, que se extiende entre las aceras de Caleiro, que mueren antes de la rotonda hacia A Illa, y la farmacia de San Miguel, al otro lado de esta. En esta zona, donde el tráfico es denso y constante, y que por momentos adquiere una configuración más urbana, se ha optado por construir aceras a ambos lados de la vía y reservando, siempre que no haya construcciones que lo impidan, espacios para aparcamientos.

Ampliar la senda de O Terrón

Esta actuación hará que prácticamente toda la PO-549 tenga aceras a su paso por Vilanova. «Quedarían dos trozos aún por completar, pero pequeños», matizaba ayer el alcalde de este municipio. Gonzalo Durán acompañó al director de Infraestruturas de la Xunta de Galicia, Francisco Menéndez, en la presentación de unas obras que no acaban aquí. Porque, además de actuar en la carretera general, la Administración autonómica tiene previsto ampliar la senda construida en O Terrón y hacerla llegar desde la rotonda de entrada al puente isleño hasta la PO-549 a través de la carretera PO-307. Ese modelo de actuación se considera más adecuado para una carretera con menos tráfico y menos urbanizada, pero en la que peatones y ciclistas también demandan seguridad. Y, a juicio de Gonzalo Durán, esa fórmula resulta todo un éxito. «Muchos vecinos que al principio criticaban que no hubiésemos hecho aceras en O Terrón, ahora están encantados con lo que se hizo. Creo que fue todo un acierto», señaló Durán.