Deje a un rapaz de seis años con un par de tazas metálicas en las manos y será capaz de montar una auténtica cacerolada. Sume a ese niño muchos más, reúnalos en la plaza de Galicia, rodéelos de padres hartos de los recortes en Educación, y como resultado obtendrá la imagen de la concentración que ayer a mediodía se celebró en el corazón de Vilagarcía. Medio millar de personas secundaron la convocatoria lanzada por la coordinadora de Anpas de la capital arousana, que acabó atrayendo también a representantes de alumnos y padres de alumnos de localidades vecinas como A Illa o Cambados. La respuesta a la llamada realizada por la coordinadora fue todo un éxito. Y en ella se expusieron las razones por las que la ley de educación ha logrado el milagro de poner a padres e hijos de acuerdo para rechazarla. Desde un segundo plano, lejos de las pancartas, observaba la movilización el alcalde de Vilagarcía, el socialista Alberto Varela, y el diputado Julio Torrado.
La concentración de la mañana no fue la única registrada durante el día en la plaza. La plataforma en defensa de la enseñanza pública también eligió este rincón de Vilagarcía para convocar una concentración que se celebró a las ocho de la tarde. Con la caída del sol, volvieron las pancartas que decían no a las reválidas, y que reclaman el derecho de todos a una enseñanza pública y de calidad. Padres y alumnos de toda la comarca, y políticos de formaciones como el BNG y EU, secundaron la convocatoria.
La lucha contra la LOMCE continúa en otros foros. El BNG de Cambados presentará al próximo pleno de la corporación una moción con la que pretende mostrar el rechazo de este ayuntamiento a la polémica ley educativa. La huelga de ayer, por lo demás, también ha dejado algunas polémicas. Xuventudes Socialistas de Valga cargaron contra el Anpa de Baño por «extralimitarse» y «desincentivar» la participación.
Medio millar de personas participaron en cada una de las concentraciones