Oenegés y concellos auxilian a las familias para afrontar el gasto en material escolar

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

CAMBADOS

El importe que destinan las Administraciones locales a las ayudas demás es dispar. Cambados llega a los 18.000 euros

22 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quien dijo que enero es el mes de la cuesta económica, seguramente, no tenía hijos. De lo contrario hubiese sabido que, en realidad, el período que pone los pelos de punta es septiembre. La vuelta al cole es sinónimo de pasar por caja. ¡Y de qué manera! Las Administraciones, conscientes de la papeleta que tienen las familias, sobre todo las más vulnerables, tienen algunas ayudas para material escolar, más allá de las subvenciones o préstamo para y de libros de texto. La Xunta lo hace con cheques por valor de 50 euros, pero no incluye a los críos de infantil. Algunos concellos, no todos, también aportan dinero. Eso sí, cada uno lo hace a su manera y las cuantías son dispares. Pero no es suficiente. Lo constata el hecho de que, pese a la red de subvenciones, hay numerosas familias que piden auxilio a las oenegés.

Empecemos por los concellos. Es difícil decir qué línea predomina, porque las situaciones son completamente distintas dependiendo dónde se pregunte. En Pontevedra, este año no se sabe a qué cantidad de familias se ayudará, porque el plazo aún está abierto. Pero el año pasado fueron 21, entre las que se repartieron 2.100 euros. Los requisitos que se ponen hacen que solo las personas habitualmente usuarias de Servizos Sociais entren en la convocatoria. En Vilagarcía hay una línea más amplia. Se habilitó una partida de 9.000 euros -aún puede tramitarse la ayuda- para sufragar gastos de material a niños de infantil, ya que es la franja que no cubre la Xunta. Los cheques son de 60 euros por pequeño. También en O Grove y Cambados los municipios hacen un esfuerzo económico considerable. En el caso grovense, tienen ayuda municipal para material escolar 87 menores de todas las franjas de la educación obligatoria. Y en Cambados habilitaron 18.000 euros.

En Marín, el gobierno local señala que no ve grandes necesidades en esta materia. Indica que reunió a las oenegés, consultó a Servizos Sociais y que, si alguna familia necesita apoyo económico para libretas y demás, son casos muy puntales. Así que no hay convocatoria de ayudas, se estudia «caso a caso». En Sanxenxo, otra curiosidad. Hasta el 2012 se otorgaban subvenciones en esta materia. A partir de ahí, debido al plan de ajuste al que tuvo que someterse el Concello por su delicada situación financiera, se anularon. Y ahora lo que se hace es comprarle agendas a todos los escolares. Da igual la renta: la reciben todos.

El apoyo de Cruz Roja

Hasta ahí, las aportaciones municipales. Más allá de ellas están las oenegés que, sobre todo, se dedican a tapar huecos. Por ejemplo, tienen que auxiliar a familias que, aunque reciben los 50 euros de la Xunta, no les llegan porque el material que pide el colegio suma más. Cruz Roja, por ejemplo, entregó 170 paquetes de material escolar en Pontevedra y 24 en O Salnés. Dice además que la llegada de familias pidiendo auxilio todavía no ha llegado a su fin.

«¿Es necesario que los folios y los rotuladores sean de marca?», se preguntan algunos padres

¿Cuánto tiene que gastarse una familia con un hijo en primaria o en infantil en material escolar? Es imposible dar cifras concretas. El gasto varía muchísimo dependiendo del colegio. En Pontevedra, varios libreros consultados dicen que el coste puede ir desde los 30 a los 90 euros. Lo señala, por ejemplo, Miguel Fontela. Él indica que con los 50 euros que da la Xunta sí se cubre el coste de lo que pide el colegio. Pero, eso sí, no se puede incluir cosas como mochilas, sino ya se dispara la cosa. «Hay algunos que tienen que poner ellos dinero para llevarse una mochila o así, pero lo básico sí entra», indica. Juan Lorenzo, que tiene cuatro librerías -en Vilagarcía, Sanxenxo, Portonovo y Vilalonga- habla en la misma línea: «Es cierto que difiere muchísimo el coste entre colegios. Los hay que no piden material más que treinta euros en material. En los negocios, hablan también los padres. A ellos les parece que los colegios se exceden. Hay una queja generalizada. Y tiene que ver con el hecho de que se pidan pinturas u otros materiales de determinadas marcas, que suelen ser caras: «¿Es necesario que los folios y los rotuladores sean de marca?», se pregunta un grupo de madres en una librería. Los libreros indican que, normalmente, no. Pero, en casos como los folios, tiene su razón de ser: unos son más resistentes que otros.

Más allá de las marcas, hay quien va a lo básico. Y, en vez de comprar, reutiliza. La oenegé Meniños, en Pontevedra, busca diccionarios usados para dárselos a familias necesitadas.