«Este sitio es tranquilo, pero anteayer mismo rescatamos a tres personas en una lancha»

m.h. PONTEVEDRA / LA VOZ

CAMBADOS

31 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

David Bemposta, de veinte años y de Meis, y Carlos Montero, de 37 años y natural de Cambados, podrían haber pasado el verano en el municipio más turístico de Galicia. Tenían plazas de socorrista en Sanxenxo. Pero las abandonaron. ¿Por qué? «Por dinero», responden los dos a la vez, mientras piden que se expliquen las diferencias salariales que hay entre los vigilantes de distintos concellos. «Alí iamos cobrar douscentos e pico euros menos ao mes, é unha barbaridade. Así que en canto vimos que tiñamos praza en Poio nin o pensamos», indicaban. Y así se convirtieron en los vigilantes de Xiorto y Cabeceira, ya que unos días están en un lado y otros en otro.

Hablan ellos de que están en playas de agua mansa, pero insisten en que la vigilancia no está de más porque no faltan aventureros. «Este sitio es tranquilo, pero anteayer mismo rescatamos a tres personas en una lancha de plástico. Empezaron a navegar, chocaron contra una roca, rompieron un remo y ya no podían volver», explica Carlos. David, mientras tanto, recuerda otro episodio, el de unos jóvenes que se lastimaron tirándose uno encima de otro desde el muelle. Se les ve compenetrados en el trabajo. Pero la cosa tiene truco. David estudia Educación Primaria y entrena en natación. Y Carlos es su entrenador, amén de monitor deportivo y muchas otras cosas más. Como dice él, con ironía y parafraseando a su abuela «muchos oficios tiene Galbán y con ninguno gana el pan».