La previsión es colocar 150 unidades después del verano. Actualmente, el concejal José Ramón estudia los presupuestos de varias empresas
14 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La mitad de los residuos que sacan los barrenderos de las calles de Cambados son colillas. Ante este dato el concejal de Obras e Servizos, José Ramón Abal, pensó que algo había que hacer, y la solución la tiene sobre la mesa de su despacho.
Se trata de ceniceros de acero inoxidable que se pueden colocar en elementos del mobiliario urbano, como papeleras, o atornillar directamente en paredes de edificios públicos. Abal está pidiendo presupuestos a varias empresas con el objetivo de empezar a colocar estos artilugios en septiembre. También pedirá presupuesto a un herrero pues no descarta optar por ceniceros de hierro. «É importante atopar un sistema seguro de anclaxe para evitar os roubos», explica el edil.
Su idea pasa por colocar 150 unidades en calles y plazas, haciendo especial hincapié en las fachadas de los edificios públicos y los lugares donde hay locales de hostelería. Con ello, explica, se trata de incentivar a los fumadores para que no tiren las colillas al suelo y evitar así un problema triple: el de la suciedad, el de la mala imagen y las averías. Las colillas que no se barren acaban en la red de alcantarillado o en la de pluviales arrastradas por la lluvia o por los chorros del servicio municipal de limpieza.
Su destino final es la depuradora de aguas residuales o directamente el mar, y dado que es un material no biodegradable, estos residuos acaban contaminando y obturando los filtros de los sistemas de depuración, según explica Abal.
El concejal espera acceder a alguna subvención de la Diputación de Pontevedra o de la Xunta para poder financiar esta operación pero, en caso contrario, anuncia que dispondrá de fondos municipales para esta intervención, pues la considera prioritaria.
Cambados no será el primero en dar el paso. Otros concellos han colocado ya ceniceros en espacios públicos, caso de Pontevedra y de Vilagarcía, pero, pese a todo, las colillas siguen tapizando aceras y plazas, dejando una pobre imagen de los centros urbanos. «Hai que pedir a colaboración dos veciños para que usen os cinceiros e poder así manter as rúas limpas, evitando a mala imaxe que se está a dar», indica el edil cambadés.
Contenedores subterráneos en Curros Enríquez
Los ceniceros no son el único equipamiento que va a instalar el Concello para mejorar el sistema de recogida de residuos urbanos. El gobierno local continúa la apuesta de sus antecesores por el sistema de contenedores subterráneos y anuncia nuevas unidades para la calle Curros Enríquez. «Neste lugar hai queixas veciñais polos malos cheiros dos colectores e pola mala imaxe que dan», según explica el concejal José Ramón Abal. La instalación de estos contenedores subterráneos tiene un coste de 22.800 euros, que el Concello financiará con cargo a plan de obras de la Diputación. La actuación están pendiente de contratación y se realizarán después del verano. El acuerdo todavía no se tomó pero Abal va a proponer a sus compañeros de gobierno que se amplíe este sistema a la confluencia de la plaza de Fefiñáns con la calle Sevilla. «Alí hai un problema. Hai que ir seguido a baldear porque quedan residuos no chan, deixando sucidade e malos cheiros». En todo caso, esta actuación no se ejecutaría hasta el 2017. Estos contenedores se sumarían a los que ya existen en Ribeira de Fefiñáns, Infantas, avenida de Madrid y calle Príncipe.