Restos arqueológicos bajo tierra y batalla a la basura en superficie

Bea Costa
bea Costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Los temporales dejaron al descubierto los perfiles del yacimiento que existe en el islote, que el Concello volverá a tapar

12 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Torre de San Sadurniño ha acabado por dar nombre al islote que lo sustenta y se ha convertido en uno de los estandartes turísticos de Cambados, junto con la plaza de Fefiñáns y las ruinas de Santa Mariña. Cuando llegue el verano, su pequeña playa atraerá el bullicio de las familias y el trajín de visitantes se volverá constante en busca de una de esas fotos que no puede faltar en el álbum del viaje por O Salnés. Entre tanto, esta suerte de Mont Saint Michell en versión gallega es territorio de los cambadeses que gustan de pasear al lado del mar y mirar al horizonte, y de las mariscadoras que cada mañana toman O Sarrido en busca de las preciadas almejas.

Ayer fue uno de esos días en los que el trabajo se lleva bien; ni llovió, ni ventó y el sol calentaba lo justo. Una mañana esplendorosa que hace olvidar los temporales que hace un par de meses azotaban la costa sin piedad.

El invierno pasa factura y su huella se puede ver en los perfiles del islote que, en su parte Este, han vuelto a ser socavados por la fuerza del mar. El oleaje se lleva la arena y deja al descubierto los restos arqueológicos que existen bajo tierra. En el 2014, el Concello de Cambados tomó medidas, instalando bolsas de arena y piedra para revestir los perfiles a modo de muro de contención. Pero ni la red metálica ni la tela que recubren los restos han sido suficiente escudo para evitar que el mar acabara horadando el terreno. El concejal de Medio Ambiente y Patrimonio, Víctor Caamaño, anuncia que antes del verano se procederá a recubrir el tramo dañado con el fin de que no se desprendan restos de cerámica y óseos como los que ya se localizaron en este mismo punto hace un par de años.

En el islote de San Sadurniño hubo asentamientos humanos en el Medievo y los expertos afirman que los hubo también durante la romanización. Hay quien apunta a más atrás. En el levantamiento topográfico que se realizó hace un año se hallaron restos de cerámica que el arqueólogo que entonces trabajaba para el Concello, Ángel Acuña, fechó en la Edad de Hierro.

No habrá excavaciones

Está más que demostrado que bajo las ruinas de la otrora torre de vigilancia hay restos arqueológicos, aunque en el lugar no hay nada que lo indique. Y bajo tierra seguirán, dado que Víctor Caamaño descarta la posibilidad de realizar una excavación para sacarlos a la luz.

El concejal es partidario de dejar La Torre tal como está, tanto en lo que respecta a su patrimonio como a su paisaje. Tanto es así, que no quiere ni que haya contenedores. Dejará el que está, pero en ningún caso tiene previsto colocar nuevos elementos de mobiliario urbano. «A xente ten que acostumarse a levar de volta o lixo que xera. Se colocas papeleiras, despois acumúlanse os residuos e acaba sendo peor», explica el edil. En esta época del año la basura no es un problema pero en verano sí hay días en que los envases y bolsas de plástico colman el contenedor y quedan esparcidos por el suelo.