Los tres lonjeros despedidos volverán a ocupar sus puestos en Tragove el próximo lunes

Rosa Estévez
rosa estévez CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

El ambiente en el puerto está enrarecido

11 mar 2016 . Actualizado a las 05:10 h.

La sentencia que obliga a la cofradía de Cambados a readmitir a los tres trabajadores de la lonja despedidos hace unos meses ha generado una honda incomodidad en este puerto arousano. Está incómodo el gobierno del pósito, están incómodos los trabajadores de este y hay cierta tensión, también, a la hora de las subastas. Para disipar esa densa capa de rumores y suspicacias, el patrón mayor, Ruperto Costa, ha convocado para mañana sábado una asamblea en la que se explicará por qué el juzgado ha tumbado una decisión, el despido de tres lonjeros, que se tomó tras haber sido largamente meditada, según se explicó entonces desde el gobierno de la cofradía.

Su versión

Los tres protagonistas de esta historia, los lonjeros que el lunes se reincorporarán a sus puestos, no quieren que los socios de la cofradía se queden sin conocer su versión. Así que ayer emitieron un comunicado de prensa en el que valoran la sentencia que ha venido a restituirlos a sus puestos de trabajo y que desde la cofradía se ha intentado «manipular» con el fin de «justificar el despropósito cometido».

El primer asunto en el que fijan su atención es en las cámaras de vigilancia. «En ningún caso se puede decir que los trabajadores fueron advertidos de cuál era la finalidad de esas cámaras», dicen. Como el juez, consideran «desproporcionada la actuación, ya que la propia sentencia descarta cualquier ánimo de apropiación o perjuicio a la cofradía». Los tres lonjeros entienden, también, que «la sentencia constata que los empleados lo único que hicieron fue desempeñar su trabajo sin ocultar nada y sin actuar de forma ilícita».

Efectivamente, el juez considera el despido «desproporcionado» al haber descartado «un ánimo de apropiación con el consiguiente perjuicio de la cofradía y asumiendo los demandantes su error, con la voluntad de no realizar más actos de esta naturaleza». En otro pasaje del texto, el juez afirma que los trabajadores despedidos «admiten que se trata de una actuación en cierto modo irregular, llegando incluso a pedir perdón».

La ideología

Los trabajadores dicen que la cofradía «puede ahora disipar cualquier duda sobre las verdaderas causas del despido, y que las mismas no se encontraban en la ideología» de los lonjeros, zanjando ya el proceso judicial. Sobre la supuesta persecución por razones políticas, cabe recordar que este argumento fue desestimada por el juez. Este, de hecho, interpreta que «lo que subyace en la decisión [de despido] no es tanto una cuestión política o de afinidad ideológica, sino una situación de hecho tolerada y consentida durante varios años y que la nueva dirección quiere erradicar, actuación que este juzgador puede considerar correcta, pero no tanto el recurso al despido disciplinario».

Los socios de la cofradía han sido convocados a una asamblea sobre

este asunto