Cientos de personas han pasado por sus clases de música tradicional y de teatro durante dos décadas y muchos más disfrutan de sus festivales
30 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En Xironsa llevan bregando con la música tradicional muchos años, tantos que nadie sabe ponerle fecha exacta al nacimiento del primer grupo de baile gallego de la parroquia. Detrás de la iniciativa andaba, como en otras tantas cosas, José Ramón Crespo, Don José el cura, y después se sumó la hoy diputada del BNG, Montse Prado, que enseñó a muchos niños los compases de la muñeira y la jota. Eran tiempos en los que la falta de medios se suplía con ganas y entusiasmo, pero la criatura crecía y pedía más y se hizo necesario crear la asociación cultural. Corrían mediados los años noventa. Primero con Liso González, después con Alejandro Carro y ahora otra vez con Liso en la presidencia, Xironsa ha creado escuela, no solo en las aulas sino también en la calle con un festival de música tradicional que presume de captar la atención de grupos de renombre en el mundo del folk. No hay más que ver el cartel de la decimoquinta edición celebrada ayer. Sobre el escenario que se instaló sobre el estanque de A Seca tocaron Zurrumalla, Fiandola, Cuchufellos, Aires da Cotra, Peter punk paiaso, Lamas e Romero y Os Seitoxiños, entre otros. Al mediodía, casi 400 personas daban buena cuenta de la ración de churrasco, de empanada y de la taza de vino a la sombra de la plaza y durante toda la tarde niños y mayores disfrutaron con los juegos tradicionales y la música del serán.
El festival Xironsa vivió este año un punto de inflexión. De un día de actuaciones se pasó a dos, aunque la lluvia del viernes aguó las expectativas y provocó que menos gente se atreviera con la acampada. Pero, pese al mal tiempo, parece que el doblete ya no tiene marcha atrás. El gobierno de Cambados anunció su total apoyo para que el festival vaya a más hasta convertirse en una referencia, no solo en la comarca, sino en todas las Rías Baixas. Y si hay apoyo institucional, esto es dinero y logística, en Corvillón están dispuestos a recoger este guante.
De casta la viene al galgo. En Xironsa llevan dos décadas luchando para que el sonido de las gaitas y las panderetas llegue cada vez más lejos. Por sus cursos de música y baile han pasado cientos de niños, pero también hubo y hay adultos. De hecho, actualmente, en sus clases hay alumnos de seis a 75 años, y no solo de la parroquia. La fama de Xironsa traspasa las fronteras de Corvillón y hoy acuden a sus actividades vecinos de varios puntos de la comarca. Este año van a dar otra vuelta de tuerca. El 8 de septiembre arranca un curso de música en movimiento para niños de dos a seis años, de manera que en Corvillón habrá críos que aprenderán a cantar antes que a hablar. Hoy por hoy, la asociación imparte clase a 120 personas, y no exclusivamente de música tradicional. También enseñan acordeón y hay un grupo de teatro que hasta el año pasado dirigía Don José. El testigo lo ha cogido el cambadés Manolo Pillado.