La andanada del PP contra la Diputación por convocar a los alcaldes despieta el fantasma ancestral del localismo en Arousa
09 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Hace quince años, el popular José Manuel Cores Tourís y el socialista Javier Gago ocupaban la presidencia de la Mancomunidade do Salnés y la alcaldía de la capital arousana, respectivamente. Juntos, negociaron y sellaron la integración de la ciudad en el ente comarcal, de cuya constitución se había quedado al margen, allá por 1989. Unos y otros saludaron aquel paso como una muestra de que el antagonismo ancestral entre Vilagarcía y Cambados pasaba a mejor vida, al menos por lo que se refiere al ámbito de la racionalidad institucional y administrativa.
Aunque en los tres lustros transcurridos desde entonces el sarampión virulento del localismo ha brotado en erupciones episódicas para todos los gustos y desde diferentes posiciones políticas, nunca hasta ahora se había manifestado con la visceralidad con la que el Partido Popular arousano acaba de contagiarse del mal, esta misma semana.
La andanada con la que el actual presidente del organismo, Gonzalo Durán, y el diputado conservador Luis Aragunde recibieron el anuncio de que la Diputación ha convocado para el martes a los alcaldes de la comarca en Vilagarcía no constituye un comportamiento demasiado extraño. Los populares suelen organizarse muy bien y muestran una extraordinaria disposición a la movilización en cuanto se ven desplazados de las instituciones.
En noviembre del 2005, poco después de que PSOE y BNG se aliasen para gobernar la Xunta, una curiosa fotografía ganó justa celebridad: regidores, senadores y diputados del PPdeG se veían frenados por la policía autonómica en su intento de acceder al Parlamento de Galicia en plena concentración de protesta contra la gestión del bipartito en materia de medio rural. El propio Tourís, entonces poseedor de un escaño en la Cámara Alta, que compaginaba con la alcaldía de Cambados, estuvo allí y motivó un jocoso comentario de la sindicalista Rosa Abuín, que se brindó públicamente a enseñar al mandatario popular la forma correcta de manejar el megáfono.
El nuevo gobierno provincial, que repite la fórmula socialista-nacionalista, ha respondido ya a las acusaciones de Durán y Aragunde. Así que, hasta aquí, lo habitual en el intercambio de golpes dialécticos. Lo extraordinario del caso es el intento de desperezar la rivalidad entre Vilagarcía y Cambados que dormita bajo el movimiento de los populares. No vaya a ser que, pretendiendo defender la mancomunidad, lo que consigan es dinamitarla.
la cosa política
No vaya a ser
que, pretendiendo defender la mancomunidad, logren dinamitarla