Los libros de texto pasan de moda

m. a. / B. C. / R. E. VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MONICA IRAGO

En As Covas, en Meaño, hace ya tres años que no cuentan con manuales y están muy satisfechos

12 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Trabajos cooperativos, proyectos, libros digitales... Todo parece indicar que los libros de texto tienen los días contados. Por lo menos, en buena parte de los colegios de la comarca arousana. La mayoría de ellos solo los mantienen en algunos cursos y la tendencia, aseguran, es que cada vez se utilicen menos. «Xa non hai un para cada materia. Témolos como apoio, pero a tendencia é a reducilos», explican en el colegio Coirón, de Dena. La situación más extendida es la qu ese da en el centro de O Piñeiriño, en Vilagarcía: cada vez más docentes apuestan por el trabajo con proyectos, y en quinto y sexto los rapaces trabajan con el programa E-Dixgal o, lo que viene a ser lo mismo, con libro electrónico.

En el colegio As Covas, de Meaño, hace ya tres años que los padres no tienen que desembolsar el importe de los libros de texto. «Traballamos por proxectos educativos e os libros xa non son unha ferramenta de referencia na clase», explica el director. Están encantados con la medida. «É unha liña metodolóxica moito máis rica e que se adapta mellor a todo mundo», añade. Otros centros han empezado a seguir su ejemplo y, aunque en muchos casos se deja la decisión en manos del docente, existen acuerdos de los claustros que animan a dejar de lado los tradicionales manuales. «Nosotros promovemos la eliminación del libro de texto, aunque luego es cuestión del profesor», explican en Meis, donde en quinto y sexto, por ejemplo, ya no hay libros. «Nosotros acordamos que, por lo menos, hay que eliminar dos libros de materias troncales en cada curso», asegura en el Vilariño de Cambados. Y el resultado es que muy pocas clases conservan ya los manuales.

La conclusión es que, actualmente, ningún colegio pide libros de texto para todas las materias. Todo lo contrario. «Solo mantenemos los libros en tercero y cuarto ya», explican en el San Tomé de Cambados. En el Progreso, en Catoira, parecen dispuestos a eliminar los manuales de Matemáticas para implantar una nueva fórmula de enseñanza.

Al trabajo por proyectos y de forma cooperativa se le suman también las nuevas tecnologías. Muchos son los centros arousanos que se han apuntado al programa E-Dixgal, que promueve la Xunta de Galicia y que permite introducir el libro digital en las aulas. En O Salnés hay un total de trece centros que lo utilizan, y otros muchos que están esperando para poder apuntarse. Es el caso de A Escardia, de Vilagarcía, que están pendientes de ser aceptados en el programa. En Vilaxoán, en cambio, llevan ya un tiempo trabajando con este sistema y están satisfechos. No así en el centro de Tremoedo. Se quejan aquí de que no les renuevan los equipos del antiguo programa de tecnología, el Abalar, pues la intención de la Xunta es implantar ahora el E-Dixgal, una iniciativa que a ellos no les gusta. En A Lomba, por último, sus alumnos de segundo y tercero llevan ya un tiempo trabajando con tabletas. Y también están satisfechos.

La mayoría de centros trabaja por proyectos educativos o de forma cooperativa

Muchas son las clases que utilizan ya el libro digital gracias al programa E-Dixgal

La matrícula se mantiene en la mayoría de los centros escolares de Arousa

En líneas generales, la matrícula se mantiene en buena parte de los centros arousanos, aunque los profesores reconocen que la tendencia es a la baja, porque también disminuye la población. Los centros del medio rural son los más castigados y, por ello, se esfuerzan en ofrecer servicios y programas que resulten atractivos a los padres. Es el caso de Tremoedo, que cuenta con comedor y plan madruga, además de que está buscando patrocinadores para el primero de estos servicios.

«Aquí temos quince alumnos menos que o ano pasado, pero é a tendencia dos últimos anos porque hai menos poboación», aseguran en el Valle-Inclán de O Grove. «Non aumentou pero é certo que en tres anos estamos completos», añaden en el Rosalía de Castro de la misma localidad. Si todo sale según lo previsto, este año los cuatro colegios del municipio tendrán servicio de comedor, lo que provoca que este haya dejado de convertirse en un reclamo para aumentar la matrícula. No ocurre lo mismo en todos lados. En Vilagarcía, el tirón del nuevo comedor se nota en O Piñeiriño. Y en Valga, la falta de él lastra al colegio Ferro Couselo. En todo caso, contar con servicios es fundamental. «Notamos que tenemos muchos niños a los que no les correspondería nuestro cole», explican en el Vilariño de Cambados. Aún así, hay algunos que no disponen ni de comedor, ni de plan madruga, como el As Covas de Meaño y siguen manteniendo matrícula. En el otro centro de la localidad, en cambio, tiene este año un problema y es que la única aula de cuatro años está completa y tienen dos solicitudes de matrícula más, por lo que están a la espera de lo que diga Educación.

Falta de profesorado

Los colegios estaban ayer todavía pendientes de cubrir las bajas del profesorado y completar sus necesidades de personal. Y en algunos de estos centros tiene quejas por la escasez de especialistas que se les concede. Es el caso del Mosteiro, en Meis. Aquí cuentan con un elevado número de alumnos con necesidades especiales. En cambio, solo disponen de un profesional de Audición e Linguaxe y de otro de Pedagoxía Terapéutica compartidos con el colegio de Armenteira. En ese centro también se quejan pues consideran insuficiente las cuatro horas semanales que les corresponden. También hay quejas en A Illa, donde no se nombró al director hasta el 3 de septiembre y aún faltan profesores.

Curso estrenado en la guardería de Vilagarcía

Hoy arranca el colegio en los centros de educación Infantil y Primaria. Pero las clases ya han comenzado en otros estamentos formativos. Ayer, por ejemplo, vivieron su primer día de clase los alumnos de la escuela infantil municipal de Vilagarcía. La primera jornada ha sido de puertas abiertas, para que los padres de los pequeños alumnos puedan ver, desde dentro, cómo van a pasar los próximos meses sus vástagos. La mayoría de los niños asumieron la llegada del curso con una sonrisa. Muy lejos se quedan los años en los que los llantos protagonizaban la jornada inaugural del año académico.