Dos de los pequeños perros se encuentran en la lonja vieja, a la espera de que alguien los adopte
28 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Recorren las playas de A Illa con los sentidos alerta, atentos a la menor señal que indique que hay un furtivo cerca. Pero lo que los vigilantes de la cofradía encontraron el domingo a las doce de la noche no tenía nada que ver con los ladrones de marisco, sino con gente de corazón duro, capaz de abandonar en una caja, a la intemperie y condenados a su suerte, a cuatro cachorros. Los guardapescas se llevaron los animales a la lonja vieja, donde están cómodamente instalados. Son «de raza palleira», bromean quienes los han acogido temporalmente. Dos de los pequeños han encontrado ya una familia. foto martina miser