EU nombra gestoras en O Salnés y Vilagarcía para zanjar la crisis en la capital arousana

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

El Consello Nacional abre expedientes a varios militantes por la situación que se vive en la agrupación vilagarciana

11 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Consello Político Nacional de Esquerda Unida, el máximo órgano de dirección de esta formación entre asambleas, acordó ayer en Santiago disolver el consello comarcal de O Salnés y nombrar, en su lugar, una gestora. Un órgano similar se creará también para dirigir temporalmente la agrupación de Vilagarcía de Arousa, inmersa desde hace meses en una aguda crisis interna. Las otras dos agrupaciones de la comarca, la de O Grove y la de A Illa, no sufrirán cambios.

Con este acuerdo, adoptado por unanimidad, la dirección de Esquerda Unida intenta cerrar la herida abierta en la capital arousana. Se tomó aún un acuerdo más, destinado a «garantir e solventar as irregularidades que se viñan trasladando a nivel orgánico»: abrir expedientes informativos a varios militantes. Desde EU evitaron ayer poner nombres y apellidos en los procesos que se van a iniciar, aunque todo apunta a que entre ellos estarán los de Ramón Bueno y el concejal Miguel Alves, las cabezas visibles de una corriente que no sintoniza con la línea marcada por el actual portavoz municipal, Jesús López, que sí cuenta con el respaldo de la otra edila de la formación, María Mosquera.

La tensión entre unos y otros existía ya al inicio del mandato. Pero salió a la luz pública el 28 de julio, en el pleno de la corporación. Mientras Jesús López y María Mosquera votaban en contra de la ordenanza de terrazas presentada por el gobierno socialista, Miguel Alves decidió abstenerse. Lo hizo, dijo entonces, porque ese era el sentir mayoritario que le había transmitido la militancia. Su decisión permitió al PSOE ganar aquella batalla.

Una vez caído el velo, la crisis interna de EU quedó expuesta a la luz. Pocos días después del polémico pleno, y tras un intenso cruce de acusaciones entre las dos facciones, ambas apelaban al responsable comarcal de O Salnés, el grovense Xan Lamelas, para que pusiese orden y arbitrase una solución al conflicto. Pese a lo reiterado de la petición, no sirvió de nada. Las quejas por la inactividad del Consello de O Salnés se sumaron al ruido que envolvía ya los acontecimientos en la capital arousana.

A finales del mes de agosto, el conflicto subió un peldaño más. Rubén Pérez, el secretario de organización, desembarcó en Vilagarcía para respaldar el papel del portavoz municipal. Lógicamente, la otra parte salió a la palestra para lamentar que, antes de tomar posición, este integrante de la dirección nacional ni siquiera hubiese escuchado su versión. En todo caso, Pérez anunciaba el 29 de agosto la convocatoria de una asamblea local inmediata para dirimir el conflicto. Nunca se produjo. Con la herida agrandándose a golpe de gestos y votaciones en el pleno municipal, se llegó a hablar de disolver la agrupación de Vilagarcía. Ayer, por fin, se tomó una decisión: nombrar dos gestoras, una para la comarca y otra para la capital arousana. Habrá que ver si quienes las dirijan -sus nombres no han sido desvelados- logran recomponer una agrupación que fue modelo y referencia en toda Galicia.