Tras una larga espera, estallido de luces en el corazón de Vilagarcía

Rosa Estévez
r. estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

La Plaza de Galicia se llenó de gente que quería presenciar el pistoletazo de salida de las últimas fiestas del año

10 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Subida a hombros de su padre, Carla miraba con curiosidad a Papá Noel. «¿Este es el de verdad o es uno de los de mentira?», preguntaba. «Yo creo que es el de verdad», respondía el padre. La verdad es que el Santa Claus que ayer por la tarde acudió a Vilagarcía para hacer el saque de honor de las fiestas parecía ser el auténtico, el genuino: hermosa y cuidada barba blanca, piel sonrosada y amable sonrisa para todos los niños que quisieron acercarse a él. Había llegado a la capital arousana justo a tiempo para encender el gran árbol de luces instalado en la plaza de Galicia. A las ocho en punto de la tarde, tras una cuenta atrás a gritos, el hombre de rojo apretó el interruptor y las luces blancas y azules del gran cono festivo se iluminaron. Y menos mal: el año pasado, el encendido del árbol había fallado para sonrojo generalizado. Esta vez, y tras cambiar de empresa, el gobierno local ha extremado las precauciones para que algo así no volviese a suceder. Y no sucedió.

Y menos mal. La plaza estaba llena de niños, padres y adolescentes que esperaban ansiosos el inicio oficial de las fiestas en Vilagarcía. Este se hizo esperar: muchos vecinos se congregaron antes de la siete de la tarde en la plaza, pensando que el encendido del árbol se iba a producir a esa hora, tal y como recogía el encabezado de la cita en la agenda de la página web municipal. Sin embargo, en la letra pequeña ya se indicaba que las luces se iban a prender a las ocho. Y, cuando faltaban unos segundos para esa hora, Papá Noel inició la cuenta atrás a la que pronto se sumaron grandes y pequeños. Luego le dio al botón... Y el gran árbol, de quince metros de altura, empezó a brillar. Señores y señoras, la Navidad ha empezado oficialmente en la capital arousana.

Otros concellos en los que han encendido el alumbrado navideño son Cambados, O Grove y Vilanova. En A Illa lo harán esta tarde y en otros ayuntamientos, la próxima semana. En la villa del Albariño, como en Vilagarcía, apuestan por los grandes conos en forma de árbol; han instalado tres en las plazas del Concello, Asorey y en la escalinata de San Tomé. Tampoco faltan luces de colores en las plazas de Fefiñáns y Cabanillas y en las principales calles del pueblo. En Vilanova estrenaron el jueves un árbol de luz en el centro de la plaza del jardín Umbrío, al mismo tiempo que encendían las casitas de madera. Y en O Grove la iluminación se reparte entre las calles Castelao, Luis Casáis, Luis Seoane, Rúa da Praza y O Corgo. Es el único concello en el que los comerciantes costean el material.