El reparto de medios es muy desigual entre las diferentes plantillas de la comarca arousana. A mayor número de habitantes, mayor cantidad de recursos. Y, aunque solo las pequeñas echan en falta material tan básico como el etilómetro, también en las medianas, como Cambados y O Grove, hay algunas carencias. Por ejemplo, en tierras mecas no disponen de un sonómetro homologado y puesto al día para hacer mediciones. Y eso que hay quejas de los vecinos por el nivel de ruido de algunos locales.
Solo Vilagarcía cuenta con el material preciso para constatar y denunciar el ruido que puede molestar a algunos vecinos. Es este también un aparato caro, que además precisa de revisiones constante y hasta de un curso de formación. De ahí que, a pesar de tener protestas por parte de los vecinos, no haya muchos municipios que dispongan del mismo.
A Illa, sin pistolas
Otro tema son las armas de fuego. Hasta hace unos años, los concellos eran reacios a que sus agentes las llevaran. Pero la ley actual obliga a ello así que, en la mayoría de las plantillas, hay un armero y los agentes participan en cursos de tiro. No sucede así en A Illa y en Pontecesures. Sus agentes no van armados, «e non temos moito interese tampouco», reconocen en la última de estas localidades. Los isleños, en cambio, echan de menos disponer de pistolas para defenderse. «Hace poco tuvimos que enfrentarnos a un señor que tenía dos cuchillos y amenazaba a la gente. Y nosotros sin medios», se quejan. Saben que, por ley, tienen derecho a solicitar este material y el Concello debe proporcionárselo.