Bienvenidos a A Illa, el pequeño paraíso atlántico

A ILLA DE AROUSA

Martina Miser

Los primeros compases del festival ya se han oído en el corazón de la ría, aunque para hoy se espera el plato fuerte

02 jul 2016 . Actualizado a las 11:20 h.

Ir de acampada ya no es lo que era. Patricia, Ana y Laura apenas invirtieron unos minutos en montar las dos tiendas en las que vivirán los próximos dos días. A la una y pico desembarcaron en el pinar de Area da Secada y en un plisplás, campamento listo. «Nos queda un viaje al coche para buscar la comida, que ya hemos comprado para todo el fin de semana, y ya estamos instaladas», dicen. Y no están en mal lugar, no. «Levantarte y tener la playa ahí delante... Eso es un lujo», dicen. Estas jóvenes de Brión fueron ayer de las primeras en tomar posiciones para disfrutar del Atlantic Fest. El festival eclosionará hoy en O Bao, pero desde ayer se deja notar ya en A Illa, la tierra prometida para los amantes de la música y el mar.

Volvemos con Patricia, con Ana y con Laura. Las tres llegan hasta el pinar de Area da Secada atraídas por dos nombres del cartel de conciertos del día: Xoel López y José González. Be Forest, Nacho Vegas, Álex Cooper, Tindersticks y Temples son los otros artistas convocados hoy en el escenario principal de O Bao, para dar cuerpo a un certamen que tiene vocación no solo de consolidarse, sino de crecer hasta convertirse en uno de los imprescindibles arousanos.

El programa de la jornada incluye también el Mercado Galician Tunes, que llenarán las horas de la tarde con un maratón de conferencias y talleres. Las zonas gastro e infantil, no lo olviden, se activarán entre concierto y concierto. Pero aún hay más, según el programa oficial del Atlantic Fest. En un lugar como A Illa, parte del espectáculo tiene que estar en el mar. A las once de la mañana Florian Trittel hará una exhibición de kite-surf. Tomémonos la noche libre, porque el festival vuelve el domingo a la hora del vermú. A la una, en la plaza de abastos habrá concierto de Best Boy. Y el D’Tascas nos dejará a Pálida a mediodía en el Bar Cotán, a Diola a las dos en el Buona Vita, y a Músculo en el Benalúa a las tres de la tarde.

Pero todo eso está por llegar. Los que ya están aquí son los campistas, y los músicos -José González lleva unos días disfrutando del sol de A Illa-, y ese vivificante ambiente cargado de música, de energía positiva. Ayer, a medida que la gente iba instalándose, mientras se esperaba a que llegasen los conciertos de la noche -a las nueve actuó El Niño de Elche en el multiusos, y luego hubo D’Tascas- el alcalde Carlos Iglesias sonreía tranquilo, seguro del trabajo hecho y bien hecho.

El personal municipal, explicó, se ha esforzado mucho para que todo esté en su sitio durante estos días del festival. Misión cumplida. Ahora toca exprimir, todo lo que se pueda, el fin de semana.