La incertidumbre envuelve sector del mar a ocho días del cierre del libre marisqueo

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

A partir del día 18, la flota no podrá volver a unos bancos agotados tras tres meses de faena.
A partir del día 18, la flota no podrá volver a unos bancos agotados tras tres meses de faena. mónica irago< / span>

Las cofradías urgen cambios en la orden que regula las ayudas

10 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde que Os Lombos do Ulla dejaron de ser el imperio productivo que eran, la gestión de todo lo relacionado con el libre marisqueo se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los responsables de las cofradías arousanas, en un foco permanente de conflicto entre sector y Xunta. A finales del año pasado, ambas partes se sentaron y acordaron que la campaña marisquera de este año terminaría el 18 de enero. También establecieron que se adoptarían una serie de medidas sociales para paliar el golpe que semejante decisión tendría en la economía de quienes viven del raño. Sin embargo, la orden publicada en el DOG el 30 de diciembre no responde, aseguran las cofradías, a todo lo hablado con la Xunta. Así que, a tan solo ocho días de que finalice la campaña, la incertidumbre y el enfado envuelven, de nuevo, al sector.

Hace unos días, los responsables de los pósitos arousanos, a través de la Federación Provincial, solicitaban una reunión con los responsables de la Xunta para abordar este asunto. La cita será mañana, a mediodía, en San Caetano. Luego, las asambleas informativas se sucederán en los puertos. En el de Cambados, los rañeiros apenas tendrán que esperar unas horas para conocer las noticias que lleguen de la capital: a las seis de la tarde han sido citados en la cofradía por el patrón mayor, Ruperto Costa.

Este explicaba ayer algunas de las razones por las cuales la orden no gusta a las cofradías. En primer lugar, temen que no cubran las necesidades de toda la flota. La Xunta exige, como requisito para poder acceder a las ayudas, 120 días de faena en el marisqueo durante los años 2014 y 2015. Esto, en principio, parece excluir a aquellos que acaban de llegar al mar o que han estado de baja, algo que no le parece justo a los representantes de las cofradías.

Quienes tengan esos 120 días cumplidos tampoco tienen ninguna garantía sobre si recibirán, o no, las ayudas. Tras hacer números, los pósitos han llegado a la conclusión de que los 1,8 millones de euros consignados por la Xunta para este fin no van a ser suficientes para atender a todos los afectados. Según los datos de las cofradías, por el paro temporal de actividad entre el 18 de enero y el 11 de marzo, cada armador recibirá 4.000 euros, de los que deberá descontar el coste de la seguridad social de sus trabajadores. A cada tripulante le corresponderían 1.800 euros. Teniendo en cuenta esas cifras, «a cantidade final dá para unhas trescentas embarcacións, cando o ano pasado foron 421 as que se acolleron ao cese de actividade», explica el patrón mayor de Cambados. Ahí entran en juego los baremos que aplicará la Administración y que incluyen factores como el número de artes de las que dispone la embarcación, o su grado de dependencia de las zonas de libre marisqueo.

Apuesta

Las cofradías no admiten que vaya a haber afectados que se queden fuera de estas ayudas. Máxime cuando las solicitudes no serán presentadas hasta haber finalizado el paro temporal. Es decir: para poder optar a la ayuda, el mariscador tendrá que cesar de forma efectiva toda su actividad pesquera, y no podrá tampoco trabajar por cuenta propia o ajena hasta el 11 de marzo. Luego puede resultar que la ayuda con la que contaba le sea denegada. «E iso é algo que non ten moito sentido». Juan Rial Millán, el patrón mayor de A Illa, considera que de esta forma se convierte casi en una apuesta lo que debería ser una decisión empresarial razonada.

Los pósitos buscan fórmulas para adelantar los pagos

Las cofradías son conscientes de que las ayudas no llegarán hasta sus socios en un corto espacio de tiempo. De que armadores y tripulantes tendrán que esperar para poder acceder a los fondos pactadas. Por esa razón, algunos patrones mayores han estado negociando con entidades bancarias una póliza que permita adelantar el pago a los socios, evitándoles así el estrangulamiento de su economía en plena cuesta de inicio de año, y tras unas navidades que no han resultado excesivamente brillantes.