Los escaparates de las grandes cadenas ya lucen la tradicional decoración mientras varios colegios de la comarca exponen las calabazas elaboradas por los más pequeños
06 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Últimamente lo de las fiestas de guardar se ha quedado en papel mojado. No hay más que ver en qué fechas coinciden según qué eventos en el calendario y comprobar cuándo se celebran realmente para constatar que hoy en día cada uno va por su cuenta, y que en esto son unos precursores los de A Illa, que ya hace tiempo que celebran sus santos en fechas distintas a las de los demás. Eso, que antes parecía una originalidad o incluso una excentricidad, es hoy el pan de cada día. Hagan memoria. El Entroido, por ejemplo, se celebraba, siguiendo el calendario romano, cuarenta días antes de la Semana Santa. Pues ahora todo depende del tiempo, y al Momo de Vilanova lo mismo se le puede quemar en el mes de febrero que bien entrada la primavera. Ya no hay nada escrito.
Una de calabazas
Todavía andan por la comarca las calabazas de Samaín. Los colegios se han volcado este año con una celebración que ha dado lugar últimamente a sesudas discusiones sobre si es autóctona o exportada de los Estados Unidos (Halloween), cuando en realidad no hay mucho que discutir porque no hay tradición en Norteamérica que no tenga su origen en Europa. A no ser que sean las de los indios autóctonos, pero esas a los yanquis no les interesan. Pues bien, admitida como propia, la comarca lleva una semana luciendo disfraces terroríficos y adornando calabazas. El colegio de Vilaxoán, por ejemplo, todavía mantiene abierta una exposición con las composiciones que hicieron los alumnos ayudados por sus padres y maestros, satisfechos todos ellos por cómo las familias se volcaron con esta actividad que ha llenado los pasillos de colorido. David, un pequeño alumno del centro, se lo pasaba ayer de lo lindo entre disfraces, y hoy se entregarán los premios a las mejores creaciones, un acto con el que se cerrarán las actividades dedicadas al Samaín y que, con el otoño avanzado, se mezclan con los nutritivos cocidos y las muy sabrosas setas.
Luces navideñas
Pues bien, con las calabazas todavía fresquitas y los disfraces luciendo por las calles, resulta que ya está aquí la Navidad. Por lo menos ya es Navidad en Zara, cuyos escaparates amanecieron esta semana con las luces típicas de Nadal y los mensajes deseando Felices Fiestas. Eso sí, en inglés, que con esta celebración pasa lo mismo que con Halloween, y que se lo pregunten si no a los Reyes Magos, a Papa Noel y a Santa Claus. Es el pistoletazo de salida, porque con la finalidad de animar el consumo, no tardarán en aparecer los adornos navideños en todos los escaparates y en las calles de la comarca.
Dos meses no son nada
Pero el dato es el dato, y quédense con él; Samaín se celebra el 31 de octubre y la Navidad, al menos en el calendario, a partir del 24 de diciembre. Dos meses de diferencia que se han esfumado gracias a la globalización, el consumismo y las pocas ganas de que decaiga la fiesta, que también hay que entenderlo tras varios años de dura crisis en los que ni las carcajadas de Papa Noel eran capaces de alegrar al personal. Pues Merry Christmas.