El reló ayuda a sacar a flote A Illa

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

Subasta de reló, ayer en la lonja de A Illa de Arousa.
Subasta de reló, ayer en la lonja de A Illa de Arousa. mónica irago< / span>

Los rañeiros isleños son los únicos que pueden extaer producto de hasta 40 milímetros, que se vende en la lonja a un precio que ronda el euro y medio

22 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El reló se despidió hace siete años de los mercados. Unas inusuales concentraciones de plomo obligaron a prohibir la extracción de esta especie que ha vuelto al mercado sujeta a unas estrictas limitaciones de tamaño que varían en función de la zona de la ría en la que la flota eche el raño. Pese a ese corsé, los mariscadores de A Illa han encontrado en el reló un alivio a su dramática situación económica.

Pero que hablen los números. En las cofradías de la orilla sur de la ría se han extraído ya algo más de 29.000 kilos de este bivalvo. De esa cantidad, la mitad ha salido de las concesiones de A Illa de Arousa. En esta lonja han facturado 22.769 euros gracias a un producto que llegó a pagarse, justo cuando se produjo su reentrada en el mercado, a 2,4 euros el kilogramo. Su valor medio, en cualquier caso, se queda en 1,45 euros. Teniendo en cuenta los cupos, de hasta diez kilos por marinero, «podénse sacar uns trinta euros á semana, case para pagar a seguridade social», dice el patrón mayor isleño, Juan Rial Millán.

En los otros puertos de la ría, la incidencia del reló está siendo mucho menor. En Carril y Vilaxoán no se ha subastado ni un kilogramo de este producto, que sí se ha dejado ver en la lonja de Cambados (6.471 kilos), O Grove (4.970 kilos) y Vilanova (2.199). En estos puertos, el valor alcanzado por el reló ha sido sustancialmente menor que en la lonja de A Illa, oscilando su valor medio entre los 0,94 y el 1,09 euros por kilo.

La razón de tan dispares resultados se encuentra en el tamaño. En ninguna de las zonas dependientes de estos pósitos se puede extraer reló de entre 35 y 40 milímetros, el que más abunda en los fondos marinos. Eso se traduce en que cosechar este marisco resulte especialmente costoso para los rañeiros «que teñen que botar unha chea de tempo a escollelo». «É unha mágoa, porque é unha chea de cartos que temos aí e que estamos mirando para eles», sentenciaba ayer el cambadés Ruperto Costa.