El Intecmar augura un largo episodio de marea roja en las rías gallegas

r.e. vilagarcía / la voz

A ILLA DE AROUSA

La toxina afecta a la totalidad de los polígonos de bateas

05 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Las rías gallegas, y la de Arousa no es una excepción, están sufriendo un nuevo episodio de marea roja. No es nada raro a estas alturas del año: cuando llega la primavera, este tipo de fenómenos suelen producirse con una puntualidad pasmosa. En esta ocasión, no solo los polígonos de bateas están afectados por las toxinas lipofílicas: «Están cerrados el cien por cien de los polígonos de bateas y más del cincuenta por cien de las zonas marisqueras», según indicaba ayer Covadonga Salgado, responsable del Intecmar. Y es que, señala, «estamos ante un episodio muy fuerte».

No es el primero de estas características que se produce. Ya el año pasado, e incluso en el 2013, los episodios tóxicos no solo afectaron al mejillón, si no que obligaron a la paralización de la actividad extractiva en las playas y los bancos marisqueros de la costa gallega. Y esta vez, la cosa vuelve a ser así. «Es obvio que estamos ante un episodio muy fuerte», explica la responsable del Intecmar. Los últimos recuentos de células tóxicas en el agua indican que el episodio en el que estamos inmersos aún va a durar bastante tiempo. «Creo que habría que pensar como mínimo en semanas, si no en meses», indica Salgado. Y es que el clima reinante, dominado por vientos de componente sur, no ayudan precisamente a liberar la ría de Arousa de la presencia de células tóxicas.

A la espera de que cambie el escenario, el sector del mar aguarda. Los mejilloneros están relativamente tranquilos. La marea roja ha llegado en un momento en el que las bateas andan escasas de mejillón en talla comercial, así que este paro forzado va a dar tiempo al bivalvo para crecer y engordar. Es cierto que algunos productores, sobre todo en las rías situadas al sur de la de Arousa, han encadenado estos cierres con los provocados semanas atrás por la toxina amnésica. Aún así, si la purga de mar no tarda demasiado en desaparecer, no tendría que suponer este episodio un descalabro para los mejilloneros gallegos. Claro que si la toxina persiste más allá de mediados de junio, cuando debe arrancar la campaña de industria, las cosas cambiarían radicalmente.

Las cofradías

Las cofradías arousanas también viven pendientes, ahora, de la toxina. Así lo reconocen tanto patrones mayores como responsables de agrupaciones de marisqueo. En O Grove, tanto rañeiros como mariscadoras concentran su trabajo en la zona de A Toxa, al estar cerradas las otras áreas de trabajo. En estos momentos, este pósito y el de A Illa (está cerrada también el área de trabajo entre la isla y Barbanza) son las que se están viendo afectadas por la toxina.

Están cerrados todos los polígonos de bateas destinadas al cultivo de mejillón.

Al cierre de esta edición estaban cerradas las zonas 1, 2 y 3 de la ría, las situadas en la zona norte.