Los mariscadores no esperan demasiado del inicio de la campaña pues las zonas en las que van a trabajar el lunes son poco productivas, pero la necesidad apremia de manera que las cofradías, en contra del criterio de algunos socios, optaron por abrir las concesiones con el fin de darle un balón de oxígeno a un sector que lleva dos meses en dique seco.
El cierre del libre marisqueo como consecuencia de las bajas capturas dejó a la mayor parte de los rañeiros sin ingresos. Los menos siguieron trabajando con otras artes porque disponen de pérmex para ello, pero la mayoría optaron por acogerse a las ayudas del Instituto Social de la Marina abiertas por el paro biológico en Os Lombos, O Bohído y Cabío.
Estas ayudas se empezarán a pagar todavía el día 10 de abril de modo que las economías de los mariscadores están bajo mínimos. En las cofradías esperan que la apertura de las autorizaciones y los préstamos a bajo interés que negociaron en A Illa y Cambados sirvan para aliviar la situación.