Cuando la limpieza nos quita el sueño

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Vecinos de la plaza de Galicia piden al Concello que adecente la vía pública más tarde, porque las máquinas molestan; Ravella replica que esas tareas no se pueden aplazar

06 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La comunidad de propietarios de un edificio situado allí donde la plaza de Galicia y Rey Daviña se unen ha presentado un escrito en el Concello con una curiosa demanda. Viven en el corazón de la ciudad, con todas las ventajas que eso conlleva. Y también con todos los inconvenientes. Ese colectivo quiere solucionar uno de los problemas que, literalmente, conocen de oído. Y se han dirigido a Ravella para pedir que las tareas de limpieza de las vías públicas, que se realizan cuando el día apenas está rompiendo en el horizonte, se acometan a otras horas.

El ruido, sentencian, resulta molesto, especialmente a esas horas del amanecer. Su queja llegó, incluso, al pleno de la corporación. Un concejal del PP, Manuel Méndez, fue el encargado de trasladar en ese foro la demanda vecinal. Sin embargo, no parece que esta vaya a tener demasiado recorrido. Las calles, dicen desde Ravella, hay que limpiarlas. Y el mejor momento para hacerlo es, precisamente, cuando se hace acualmente.

Petición a la empresa

Asegura el ejecutivo local que, tras tener constancia de las quejas planteadas por esta comunidad de propietarios, se han dirigido a la concesionaria del servicio de limpieza, Cespa, para pedirle que, en la medida de lo posible, hagan menos ruido. Pero el horario de limpieza es inamovible. Para poder limpiar y meter las máquinas tienen que estar las calles vacías y libres de vehículos, razonan desde Ravella. Y eso exige a las brigadas trabajar cuando la mayoría de la gente no ha salido ya de sus casas. Porque «a partir de las ocho y media o nueve de la mañana ya están circulando las furgonetas de reparto, y hay gente caminando por la calle». Intentar que a esas horas se realice la limpieza sería un incordio. Incluso, sentencian, un riesgo innecesario para los peatones. Así que Ravella asegura haber hecho lo posible: «Pedir a la empresa que intente ir con más cuidado. Pero las máquinas tienen que limpiar».

Ravella está, en estos momentos, inmersa en la redacción del pliego que permitirá sacar a contratación el servicio de limpieza en la ciudad, uno de los documentos más complejos y farragoso -también uno de los económicamente más suculentos- que debe afrontar un Concello. Explican desde el gobierno local que en ese pliego con que se va a sacar a licitación el contrato se van a valorar las propuestas de modernización de la maquinaria utilizada a diario en las calles de la capital arousana, «lo que conlleva modelos más silenciosos» que actualmente ya existen en el mercado.