Ferreiro y Leiva, un duelo sin piedad en El Náutico

AROUSA

Juan Capeáns

La leyenda del local de San Vicente sigue creciendo, verano tras verano, gracias a una sucesión inagotable de noches mágicas

18 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Todo agotado, todo agotado! Coque Malla está todo agotado!». Uno de los trabajadores del Náutico de San Vicente intentaba abrirse paso por un abarrotado recinto mientras avisaba por un pinganillo sobre las ventas de los próximos conciertos, que siguen sumando llenos totales año tras año. Mientras, cerca de un millar de personas seguían tomando A Barrosa para ver el duelo que Iván Ferreiro y Leiva repiten con una asiduidad comprensible con solo ver su relación. «Yo vine al Náutico antes que Iván, que es gallego, ojo», le reprochó el ex de Pereza. Derechazo. «Sí, pero yo fui el que empezó los conciertos a las 8 de la tarde, que antes teníais que tocar todos a la 1 de la madrugada», le respondió el vigués. Los ganchos y golpes certeros se sucedieron durante todo el duelo -«nosotros no tenemos que tocar canciones de nuestros antiguos grupos», le soltó el madrileño a los Ferreiro, Iván y Amaro, una vez bajaron del escenario- al tiempo que el público, el que tenía entrada y estaba dentro del recinto y el que agolpaba en la playa por haber tenido menos suerte o reflejos, se dejaba la voz cantando de principio a fin las canciones de uno y otro. A juzgar por los coros improvisados del millar de personas, la cosa acabó en tablas.