Portos dice que el aval de las fiestas deben garantizarlo los concellos

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El ente asegura que autorizará casi todos los eventos si no ofrecen riesgos de seguridad

21 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Vuelta de tuerca en la polémica acerca de los requisitos que Portos de Galicia marca para la celebración de fiestas y eventos culturales en terrenos de su titularidad. Mientras en Carril cunde la preocupación por la exigencia de una garantía mínima de tres mil euros para citas como San Fidel y la Virxe de Cortegada, San Roque, el Apóstol o el Ameixa Rock, fuentes del ente autonómico salieron ayer al paso de sus críticas para explicar que la obligación de contar con seguros de responsabilidad civil y avales económicos viene dada por la normativa sectorial. Pero que, en cualquier caso, es algo que el gestor portuario gallego le exige no a las comisiones organizadoras, sino «aos peticionarios das festas, que deben ser os concellos». Y que, por lo demás, los requisitos no han variado con respecto a veranos anteriores. El departamento que preside José Juan Durán sitúa, por lo tanto, la pelota en el tejado del Concello de Vilagarcía.

Las cosas, sin embargo, no parecen tan sencillas. En primer lugar, porque el área de Intervención de Ravella confirmó ayer que jamás ha depositado un aval por este tipo de conceptos. «O que as comisións de festas nos solicitan é a nosa garantía en materia de seguridade, pero nunca un depósito económico destas características», señala el alcalde, Alberto Varela, que asegura no dar crédito a la respuesta de Portos. La propia notificación que el ente autonómico ha cursado a una de las comisiones carrilexas advierte al solicitante de que debe acreditar el depósito de garantía económica que estipula la normativa, cuya cuantía mínima es de tres mil euros. Sin embargo, nada dice acerca de la intervención municipal en esta tramitación, aunque, de acuerdo con la línea argumental de la Xunta, tengan que ser los ayuntamientos, y no los directos organizadores de las fiestas, los que pidan los permisos, paguen los avales y garanticen las pólizas de responsabilidad civil.

Sea como fuere, lo que Portos de Galicia quiso dejar claro ayer es que la celebración de los eventos no está en peligro. La liquidación de tasas, insiste el ente, no presenta novedades con respecto al año anterior. Pero, además: «A nova normativa manterá a autorización á práctica totalidade de festas que xa se viñan celebrando en anos anteriores nas instalacións portuarias». Solo existe una salvedad: «Aquelas que poidan presentar riscos relacionados coa seguridade das persoas». Aquí cabe otro matiz, puesto que, el año pasado, Ravella no pudo garantizar con sus medios la seguridad en la Festa da Ameixa, ante la confluencia de festejos en las mismas fechas, y sin embargo no hay constancia de que Portos pusiese ningún problema. Por otra parte, en Poio hay constancia de que se han rechazado competiciones deportivas no vinculadas al ámbito náutico.

El Ameixa Rock tiene arraigo

Este último punto tiene que ver con la categoría de eventos que Portos considera no autorizables. Entre ellos, los conciertos que no tengan nada que ver con una celebración tradicional o con arraigo demostrado. ¿Qué pasará entonces con el Ameixa Rock? Respuesta: «Sí es autorizable, porque tiene un arraigo de tres años».

Ravella desmiente rotundamente que alguna vez haya depositado un aval por este concepto

Una factura anual de 100.000 euros para O Grove y de 70.000 euros para Cambados

«¿Esas comisións que se reuniron comigo esta semana pagaron o ano pasado eses avais? Creo que non, así que Portos de Galicia se está metendo nun problema, porque as súas condicións leoninas condenan a Carril ou Vilaxoán a non celebrar as súas festas», señaló ayer Alberto Varela, visiblemente enfadado con las razones aportadas por el ente que preside José Juan Durán. Con todo, Vilagarcía está lejos de ser la localidad de Arousa en la que las relaciones con el gestor portuario se rodean de una mayor tensión. Si bien es cierto que la Xunta debe asumir el mantenimiento de los espacios que están bajo su titularidad, su utilización para eventos socioculturales le cuesta una gravosa factura a O Grove, de unos cien mil euros anuales. Cambados tampoco se queda corto, puesto que desembolsa setenta mil euros.

La villa del albariño paga por la celebración del mercado y por las casetas del Albariño que se colocan en A Calzada o el paseo marítimo. También por las naves que el piragüismo y la vela ocupan en Tragove y San Tomé. Solo en este último caso ve razonable el pago de tasas el responsable municipal de Deportes, Víctor Caamaño. «Ten sentido pagar por usos náuticos, pero é un auténtico despropósito que cobren por actividades sociais e festivas, cando nos concellos costeiros as mellores e máis humanizadas zonas están baixo titularidade portuaria», argumenta el edil nacionalista. Cabe recordar las tasas por colocación de árboles de Navidad en Cambados y Vilanova y las multas a Vilagarcía por las conexiones eléctricas de los puestos ambulantes.