La camelia, en todos los sentidos

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Las jornadas internacionales que este fin de semana se celebraron en el pazo de Quinteiro da Cruz revelaron algunos de los misterios de esta hermosa flor

27 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El jardín del pazo de Quinteiro da Cruz (Ribadumia) es un museo vivo. Allí se guarda, celosamente cuidada por sus propietarios, una de las colecciones privadas de camelios más importantes del mundo. Una colección que se puede visitar y que se debe disfrutar, explica Beatriz Piñeiro, «con todos los sentidos». Porque entre los delicados pétalos de esta flor se esconden muchos secretos, muchas fórmulas capaces de reconectar a la humanidad tecnológica del siglo XXI con la naturaleza, con la tierra, con sus raíces. De todo ello se ha hablado este fin de semana en Quinteiro da Cruz, en el marco de unas jornadas internacionales sobre la camelia que han dejado en sus organizadores una excelente sensación.

Durante todo el fin de semana, al amparo de los camelios se han desarrollado numerosas actividades en las que han entrado en juego todos los sentidos. Y no solo los que nos permiten aprehender el mundo que nos rodea: también se ha explorado en Quinteiro da Cruz el poder de la camelia para generar, a su alrededor, corrientes y evocaciones que conmueven el espíritu. Experiencias que demuestran lo que debería ser obvio: que las pequeñas cosas son las que dan sentido a la vida.

Las jornadas arrancaron el sábado con una charla técnica, y apasionada, sobre la camelia. La impartió uno de los anfitriones, Pedro Piñeiro. Sus palabras sirvieron de prólogo a un fin de semana de experiencias, en el que se revisaron algunos de los caminos que se pueden recorrer gracias a esta flor, emblema ya de las Rías Baixas. Así que hubo seductores talleres de bienestar, pintura china con el profesor Yang, rituales de preparación del té, sesión de gastrosexología de la mano de Mónica Novas y máster gastronómico con Iñaki Bretal, que pilotó una apasionante experiencia culinaria con sabor a camelia.

Se preguntarán ustedes cómo llega esta flor a colarse en un plato. «Llevo mucho tiempo trabajando aquí, en banquetes. Y si trabajas aquí, rodeado de todas estas flores, acabas dándote cuenta de que tienes que hacer algo con ellas», explica el chef. «La verdad es que estamos encantados con esta colaboración», confiesa Beatriz Piñeiro, que recuerda con regocijo los días en que «salimos al jardín a probar pétalos de las flores» para dar con las más adecuadas para cada plato.

Las camelias, ya lo ven, están llenas de posibilidades. No es de extrañar que esta flor haya generado a su alrededor un creciente movimiento de personas deseosas de desentrañar sus misterios (o al menos de intentarlo). Así que Quinteiro da Cruz se ha convertido en una de las puntas de lanza del turismo en Ribadumia -y en O Salnés en general-.

Un lujo

El Concello, colaborador en las jornadas celebradas en el pazo, está dispuesto a aprovechar la oportunidad que la flor les brinda. Y no solo para ganar atractivo para quienes llegan de fuera, sino también para espolear el orgullo local por un patrimonio cada vez más conocido, capaz de atraer visitantes de todos los rincones de Europa. ¿Acaso no es un lujo?