Niñas, adolescentes, mamás, papás y algún abuelo; el auditorio rebosa pasión por la banda
25 mar 2017 . Actualizado a las 10:29 h.Arrancaron con «Mi Nuevo Vicio», uno de sus temas más conocidos gracias a la intervención de la divina Paulina Rubio, que con solo cantarlo ayudó a hacerlo popular. Los chicos de Morat escogieron esa canción para abrir su concierto en Vilagarcía, para lograr que sus voces y su música se impusiesen sobre los gritos que, desde el patrio de butacas, emitía una legión de fans: unas adolescentes, otras niñas que rozaban los diez años. Unas con sus madres, que parecían pasárselo mejor que ellas, otras con sus padres. Y hasta algún abuelo acabó atrapado en la sucesión de explosiones de júbilo e histeria que se producían con cada canción. «Morat somos cuatro, pero contamos con los coros», dijeron desde el escenario los colombianos. Y su petición fue atendida: con los móviles en las manos, el público cantó y bailó.