Las vilagarcianas afrontan sin bajas el derbi de Fontecarmoa
18 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Cuatro partidos faltan para que concluya la Liga regular en la Liga Femenina. Comienza el esprint final hacia la fase de ascenso, que el Kemegal Cortegada afronta en una posición privilegiada. Dos equipos, el Aros y el Sant Adrià, ya han cruzado esa virtual línea de meta y el tercero en discordia es el vilagarciano, que tiene tres victorias de margen sobre el quinto clasificado y, por lo tanto, la clasificación en su mano. De hecho, matemáticamente podría conseguirla ya este fin de semana, aunque parece difícil que el Ibaizabal caiga en su pista ante el Ponce Valladolid.
Las vilagarcianas reciben esta tarde al Celta Zorka, que fue uno de los equipos que lo superaron en la presente temporada, y lo hacen con el plantel al completo. El cuadro de Rubén Domínguez parece estar bien engrasado, en un buen momento. Ha ganado siete de los nueve partidos de la segunda vuelta (solo perdió contra el Universidad de Oviedo y contra el Arxil) y esa regularidad es la que le ha llevado a estar en la zona noble de la clasificación en el tramo final de la temporada.
El Celta Zorka, por el contrario, se presenta en el pabellón de Fontecarmoa ya sin pretensiones de conseguir un puesto entre los cuatro primeros y todavía con alguna amenaza -aunque lejana- de los conjuntos que ocupan las últimas posiciones de la clasificación. Las viguesas tienen un equipo muy joven asentado en los pilares que forman Okoye y Manzanares. En el partido de la primera vuelta hurgaron sin miramientos en una de esas desconexiones del Kemegal Cortegada a las que se refería Salomé García hace unas semanas con un terrorífico parcial de 20-2 en el tercer cuarto que desniveló el partido, sobre todo en el apartado anímico. Hoy, con esa meta que las jugadoras de Rubén Domínguez tienen ya muy cerca y con el apoyo de sus seguidores, parece difícil que se repita una circunstancia similar.