El ojo azulón de los 70.000 disparos al año

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Emilio moldes

Moncho Loreto ha hecho de la fotografía de los partidos y plantillas del Unión Grove una de sus pasiones, que comparte con la música de orquesta que le dio de comer 18 años

06 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A buen seguro serán muchos los padres y jóvenes jugadores de fútbol de O Salnés y Pontevedra, pero también los aficionados a la Primera Autonómica y la Preferente Sur a los que les suene la cara de Manuel Ramón Álvarez García (31 de Agosto de 1958). No en vano la suya, por lo que él mismo cuenta, es una figura singular allá por donde se mueve desde que hace siete años dio un paso más en la que se había convertido en su segunda pasión. Convirtiendo su presencia en los partidos de la base y el primer equipo del Unión Grove en liturgia de cada fin de semana. Pero no como un seguidor más. A pie de campo, con un único ojo abierto al álbum de recuerdos que él mismo, a golpe de click, ha ido fabricando con unos 70.000 disparos al año de sus tres cámaras y el azul del club meco tiñendo sus imágenes. Y todo, por amor al arte. Hasta el punto de regalar su trabajo a cuanto futbolista, padre, directivo y demás aficionado se lo pide.

Vigilante de seguridad de A Toxa desde hace 27 años, la primera cámara de Moncho Loreto, ese nombre que su padre heredó de su abuelo y él del primero, fue una Polaroid. De esas que te sacaban la foto en papel al instante. «Regaláranma os meus pais haberá uns 30 anos». Pero aunque «a fotografía me gustou de sempre», nos cuenta, que hoy maneje tres cuerpos y cinco lentes, amén de multitud de accesorios varios, fue la respuesta a un guiño del destino. O de lo que pudiese haber hecho coincidir una década atrás en las filas del Unión Grove a su hijo recién entrado en el club y otro benjamín con un padre aficionado a sacarles fotos a él y a sus compañeros de equipo, y pasárselas después a otros progenitores. «Un día díxenme, eu tamén quero que meu fillo teña un recordo que eu non tiven de rapaz. E funme metendo, e funme metendo». Aprendiendo por su cuenta, y con los consejos de amigos como Ángel Varandela «fotógrafo de ralis, e nikonista», apunta Moncho Loreto. «Xa o primeiro ano comprei unha Nikon, e hoxe teño un equipo profesional de nivel medio/alto. Son cartiños, pero non están mal empregados. Non porque gañe diñeiro, que eu non cobro polo que fago».

Al contrario, «ao rematar a tempada regálolles a cada xogador e ao corpo técnico do primeiro plantel un dvd cun resumo dos seus partidos». A los que su trabajo no le haya impedido asistir, lo que viene siendo «entre 28 e 30 dos 38 da Liga». Es más, hasta esta temporada, en la que el club pone un bus para los viajes del primer equipo, «levaba aos partidos de fóra da casa a tres xogadores no meu coche» a su cuenta, desvela.

Enamorado de la cantera

«Pero o que máis me gusta é a base. Os rapaces son a miña debilidade, porque neles ves o fútbol en estado puro; a parte das risas que te botas, é unha pasada», nos dice Ramón. Por ello, de una manera natural, al cuarto año de seguir las andanzas deportivas de su hijo y sus compañeros «empecei a dedicarme por completo a todos. Porque me gustaba ver que cada vez que colgaba unha foto no Facebook do club -algo que hace en cuanto puede tras cada partido- aos rapaces gustáballes, e os que non saían dicíanme ‘Ramón, ¿por que non me colleches?’».

«Non hai unha fin de semana que deixe de facerlle fotos ao Unión Grove». De los partidos, y antes de los capitanes de los equipos con el trío arbitral y las formaciones del equipo azulón. Y en todo este tiempo todo fueron buenas maneras de los rivales cuando tocó jugar fuera. Salvo «cando materializamos o ascenso de hai 4 ou 5 anos; fixen o xesto cos puños en alto, e o delegado do equipo local me dixo unhas cantas cousas». Una anécdota en el historial de quien, explica, «nunca abro a boca nos campos».

Dos años atrás su vecino de calle y hasta el pasado verano presidente del Unión, Nel, «enganoume dicíndome que mandaran a toda a base a un partido para fotografala. Ao chegar o momento atopeime cunha homenaxe. Foi moi emocionante. Na túa casa, coa túa xente, é moi bonito. Que os teus che recoñezan o teu labor». Un pequeño gran pago a quien puede sostener que «nunca lle neguei unha foto a ninguén».

Músico profesional durante 18 años, y hoy trompetista solidario con su orquesta de amigos

Ramón reparte su tiempo libre entre su afición fotográfica por el Unión Grove, y la que le dio de comer durante sus primeros 18 años de trabajador. «Tiven a virtude de que son un músico con bo oído», presume sin egolatría.

Con este don Moncho Loreto acabó formando parte de ese grupo de mecos que tras conocer al señor Pepe Silva en su clase semanal de música en el colegio, se apuntaban a las clases particulares que daba en su zapatería, donde se convirtió «no pai de todos os músicos do Grove», dice con orgullo su hoy veterano alumno.

«Aprendín a tocar a guitarra en 6 meses, e logo tirei adiante», recuerda Ramón. «Comecei con 14 anos no grupo Double Sound, do Grove. Estaría nunhas dez orquestas. Los Playboys, na segunda época de Los Beyer’s Boys, na Montes e na Roma de Pontevedra...».

En los 70 «Tino Casal ou Mecano estaban a revolucionar a música cos sintetizadores, e o mánager de Los Playboys díxome ‘se aprendes a tocar, cómproche un’». Y así fue como a la guitarra Ramón añadió su habilidad para los teclados.

Pero en 1990 le salió la oportunidad de trabajar en A Toxa. «Fora un ano bastante fúnebre, con moitos accidentes de tráfico entre as orquestras», rememora, porque «daquela os músicos faciamos todo, tamén a montaxe do escenario», con la consiguiente fatiga al volante. Cierto es, reconoce, «antes gañabamos cartos. Agora os que os gañan son os mánagers».

Hace cinco años «un grupo de amigos montamos a Orquestra Europa. Non se pode contratar», y eso porque nació pensada para organizar desde entonces una gala benéfica anual, O Grove Sona, con 20 actuaciones de otros tantos solistas y grupos. Un proyecto que movió a Ramón a aprender a tocar la trompeta que luce en su foto de perfil en Facebook.